Capturan en Honduras a policía atrincherado sospechoso de estar vinculado con crimen organizado

Autoridades hondureñas capturaron este viernes a un subcomisario policial sospechoso de participar en bandas del crimen organizado, luego de que se atrincheró en su casa donde resistió a la detención y amenazó con suicidarse o atacar a sus captores, informó una fuente oficial.

El oficial Juan Francisco Sosa, que apareció citado por el diario The New York Times por su posible implicación en el asesinato del zar antidrogas Arístides González, se atrincheró en su casa para evitar su detención pero finalmente fue capturado, dijo a la AFP Carlos Hernández, asesor la Comisión Especial para el Proceso de Depuración de la Policía Nacional.

Miembros de la Dirección Nacional de Lucha Contra el Narcotráfico (DNLCN) llegaron este viernes a la vivienda de Sosa en la colonia capitalina Santa María como parte de las operaciones iniciadas el jueves para incautar propiedades obtenidas con dinero del tráfico de drogas.

"Afortunadamente la autoridad se impuso y (Sosa) está detenido, pero pudo haber problemas porque el policía amenazaba con suicidarse o que iba a matar" a sus captores, informó Hernández.

Sosa fue suspendido por decisión de la comisión de depuración de la policía tras las denuncias del periódico estadounidense.

The New York Times publicó que altos mandos de la policía hondureña mandaron a asesinar al zar antidrogas en diciembre de 2009, y al asesor de Seguridad Alfredo Landaverde en diciembre del 2011, a cambio de dinero que les pagó un narcotraficante.

La DNLCN y otras unidades de la policía hondureña iniciaron el jueves un operativo para incautar propiedades de policías implicados en tráfico de drogas, cuatro de los cuales fueron extraditados el lunes a Estados Unidos donde enfrentan cargos de narcotráfico.

La comisión de depuración policial fue nombrada por el presidente Juan Orlando Hernández para excluir a los miembros de la policía sospechosos de participar en el crimen organizado.

Unas 200 personas han sido destituidas de la policía, integrada por unos 12.000 miembros, en ese proceso iniciado en abril.

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