El Comisario de DDHH del Consejo de Europa pide medidas porque mujeres y niños son ya mayoría entre los refugiados

EUROPA PRESS

"Mientras en 2015, alrededor del 70% de la población en movimiento eran hombres, las mujeres y los niños representan ahora cerca del 60% de los refugiados y otros migrantes que cruzan hacia Europa", explica el comisario, para incidir en que esto se traduce en que "más mujeres y más niños arriesgan y pierden la vida" en el camino.

En este sentido, recuerda que de las más de 360 personas que murieron en el Mediterráneo en enero de 2016, un tercio eran mujeres y niños y en febrero de este año una mujer y la adolescente fueron encontrados muertos a causa del frío en las montañas búlgaras cerca de la frontera con Turquía.

Además, destaca que el número de mujeres entre quienes malviven en "condiciones deplorables" en Calais (Francia) ha ido en aumento desde 2008 y en la actualidad, representan alrededor del 14% de la población móvil presente en la región, donde la ONG Ginecólogos Sin Fronteras ha constatado que carecen de las mínimas condiciones para garantizar su salud y que se producen casos de violencia sexual, "incluida la violación, que a veces deriva en embarazo". "Sin embargo, la mayoría de estos delitos no se denuncian", añade Muznieks.

El comisario señala que si bien "la migración femenina no es un fenómeno nuevo pero va en aumento" y lleva aparejada una vulnerabilidad específica pues las mujeres, especialmente si viajan solas o con menores, si están embarazadas o llevan a sus lactantes, si son niñas, adolescentes o de edad avanzada, se encuentran en riesgo de trata de personas, explotación, discriminación y abuso.

DETENCIÓN DE MUJERES, INCLUSO EMBARAZADAS

Recuerda además que estas mujeres y niñas huyen de países como Siria o Afganistán, donde además de la violencia relacionada con la guerra, son perseguidas por violencia sexual y de género pero en lugar de encontrar, como esperan, seguridad tras su huída, "continúan experimentando violaciónes de derechos humanos y discriminación", como denuncia un informe de Amnistía Internacional sobre las condiciones de las refugiadas en Líbano.

"La detención de las mujeres migrantes, incluidas las mujeres embarazadas, es también motivo de grave preocupación", señala el Comisario, quien denuncia que "las mujeres son a menudo recluidas en régimen de detención con hombres que no son miembros de su familia". Además, afirma que los 'hotspots' o puntos de identificación creados en Grecia e Italia "se convierten en la práctica en centros de detención con todos los riesgos que ello supone para la población migrante".

En este sentido, afirma que "cada vez hay más preocupación por la falta de condiciones de recepción adecuadas para los refugiados y los migrantes" y el "grave impacto negativo" que ello tiene sobre las mujeres, tanto sobre su seguridad física como sobre su dignidad y su salud. "Se me informó acerca de este problema en el Centro de Estancia Temporal de los migrantes en Melilla (España), que visité en 2014", añade.

El comisario incide en que para proteger los derechos de estas mujeres un aspecto esencial es garantizar su acceso efectivo a la justicia, especialmente cuando como las refugiadas o las migrantes en situación irregular, se encuentran en una situación particularmente difícil que las disuade de presenrtar una denuncia.

Además, afirma que los procedimientos de asilo deben ser "sensibles al género" lo que requiere tanto de que participen "más entrevistadores e intérpretes mujeres" como que se desarrollen servicios de apoyo especializados. "Todos los Estados deben priorizar políticas de inmigración más humanas", añade Muiznieks.

Esto pasa, según el comisario, por abrir vías de acceso seguro al asilo, mejorar las condiciones de recepción, fomentar la integración efectiva en las sociedades de acogida y "garantizar una distribución más equitativa de los solicitantes de asilo", pero también "prestar atención a la situación de mujeres y niños, en particular si fueron víctimas de violencia sexual y de género" con medidas como garantizar que los centros de alojamiento son "seguros, accesibles y sensibles".

"Por último, pero no menos importante, es crucial para dar prioridad a las mujeres, niños y supervivientes de violencia sexual y de género en los procedimientos de reunificación familiar así como en los planes de reubicación y reasentamiento. Esto podría reducir los incentivos para estas mujeres y las niñas a seguir adelante su viaje de manera irregular y peligrosa y reducir su exposición a la violencia sexual y de género", concluye el Comisario.

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