El Congreso chileno decidió rechazar un proyecto de aumento salarial para trabajadores públicos propuesto por la presidenta socialista Michelle Bachelet, y le asestó un nuevo golpe a su gestión tras la derrota de la izquierda oficialista en las pasadas elecciones municipales.
El reajuste ya había sido rechazado con anterioridad por el Congreso, obligando al gobierno a interponer un veto que fue levantado este martes, incluso por parlamentarios de la Nueva Mayoría, el conglomerado de partidos de centroizquierda que integran el gobierno de Bachelet pese a un acuerdo de votar a favor en la noche del lunes.
"La votación en contra es lo más grave que le puede pasar al Gobierno y a la Nueva Mayoría", afirmó el diputado oficialista Jorge Pizarro.
El gobierno propuso un reajuste salarial del 3,2%, rechazado por el sindicato de trabajadores públicos que están en huelga desde hace dos semanas en demanda de un aumento superior. Las autoridades rechazan mejorar la oferta ante el escaso crecimiento que se prevé para este año (de 2%).
La derrota en el Congreso se produce tres semanas después del varapalo sufrido por la Nueva Mayoría en las elecciones municipales, en las que la derecha opositora fue la vencedora arrebatando al oficialismo alcaldías clave como la de Santiago.
Bachelet se encuentra en uno de los peores momentos de su presidencia, con un apoyo popular del 23%, lastrada por acusaciones de corrupción que afectaron a su hijo y a su nuera por la compra irregular de terrenos.
Los representantes de los funcionarios presentes en el Congreso fueron expulsados por la policía ante sus airadas protestas durante la votación.
El Gobierno de Bachelet tiene de plazo hasta el 1 de diciembre para enviar una nueva iniciativa para ser tramitada en el Congreso.
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