Además, una mujer ha quedado en situación de investigada por un presunto delito contra la salud pública y otro de fraude de la corriente eléctrica, ha informado la Urbana en un comunicado este viernes.
Los agentes entraron en el local, en el barrio de la Prosperitat, con una orden judicial este jueves y comprobaron que la plantación podía producir 100 kilos cada cuatro meses, lo que supone una cosecha anual con un valor de dos millones de euros.
El local, de 300 metros cuadrados, disponía de una instalación eléctrica de gran capacidad con seis extractores de aire de tipo industrial, purificadores de agua, riego automático, luces halógenas especiales y potenciadores eléctricos.
La investigación se inició por las quejas vecinales ante el intenso olor a marihuana y las molestias por el fuerte ruido ininterrumpido de los extractores de aire, que funcionaban las 24 horas del día.
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