El presidente de Femetal, Guillermo Ulacia, ha destacado este jueves que los empresarios del sector metal, tras la tendencia positiva de 2015, prevén un incremento de contrataciones y de actividad industrial en el presente año, así como unas inversiones similares o superiores al ejercicio anterior.
Así lo ha manifestado, en rueda de prensa en la sede de Femetal, acompañado de la secretaria general de Femetal, María Pérez, y del vicepresidente de esta organización, Félix Baragaño, a su vez presidente de la Cámara de Comercio de Gijón.
En concreto, en una encuesta realizada a empresarios del metal, cerca del 40 por ciento espera hacer nuevas contrataciones, de las que el 90 por ciento serían a jornada completa y, de este porcentaje, el 65 por ciento serán temporales.
Asimismo, las prioridades a la hora de contratar son, en primer lugar, la actitud, interés y trabajo en equipo, seguido de la experiencia y de la titulación. No obstante, un 65 por ciento manifiesta tener problemas a la hora de encontrar personal, siendo las principales causas la actitud, la falta de experiencia y de formación y especialización específica para el sector metal. En este sentido, las
necesidades de formación tienen que ver, entre otras, con las áreas de producción, montaje o Nuevas Tecnologías.
Ligado a ello, Ulacia ha mostrado la preocupación de Femetal por este aspecto, a lo que ha reclamado volver a recuperar el número de cursos y horas dirigidos a los trabajadores, tras una reducción en 2015 de un tercio. "La formación y aprendizaje a lo largo de la vida es vital", ha recalcado.
TENDENCIA POSITIVA
En cuanto al Informe de Coyuntura, Ulacia ha resaltado la tendencia "positiva" tanto en actividad industrial como empleo, en el primer caso con un crecimiento de un 2,2 por ciento y en el segundo del 3,2.
A esto ha sumado que en 2015 se negoció el convenio del metal, en el que se comprometieron no solo a actualizar los salarios sino a implementar medidas para que el metal siga siendo motor económico de la región. En este sentido, ha apuntado que habrá que ver en los grupos de trabajo creados cómo introducir esas medidas de productividad.
Precisamente ha resaltado que los trabajadores del metal asturiano son los cuartos a nivel nacional que menos jornada realizan mientras que son los sextos mejor pagados. Por contra, ha señalado que desde el inicio de la crisis, en 2008, el número de empresas asturianas del metal se ha reducido un 21,5 por ciento (-302), ocho de ellas en 2015, por lo los desafíos para los próximos años serán diversificar el sector con nuevas actividades y empresas y ganar tamaño.
En el ámbito de las exportaciones, en 2015 se registró un volumen con 2.500 millones de euros, un dos por ciento menos que el año anterior. Aún así, las empresas del metal representan un 66,6 por ciento del total de las exportaciones asturianas, mientras que en 2015 la balanza comercial arrojó un saldo positivo de 1.763 millones de euros, siendo las importaciones de 737 millones de euros.
Pérez, por su parte, ha destacado que el 40 por ciento de los empresarios creen que están en reactivación y casi el 50 por ciento de la cartera de pedidos es normal. Además, el 43 por ciento son exportadoras.
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