España, economía 2020... círculo virtuoso salvo que...

  • El PP, además de su precaria situación en minoría parlamentaria, está sumergido en una “tormenta perfecta de corrupción”.

    La operación Lezo ha debilitado la moral y quizás las expectativas del PP. Solo queda esperar, algo que Rajoy sabe hacer muy bien.

El Gobierno prevé un alza de los salarios del 1,3% y del 6,5% de las rentas empresariales para este año
El Gobierno prevé un alza de los salarios del 1,3% y del 6,5% de las rentas empresariales para este año
EUROPA PRESS
José Ramóm Pin Arboledas

España, según dice el Gobierno en su informe a la UE, podría reducir su tasa de desempleo por debajo del 12% para 2020. Las hipótesis en que se basa ese pronóstico son bastante prudentes, incluso se podrían calificar de pacatas. El Ministro De Guindos calcula el crecimiento del PIB por debajo del esperado, según todos los expertos y los datos recientes; sigue empeñado en anunciar un 2,7% en 2017, cuando ya el primer trimestre ha sido del 0,8%; es decir el 3% anual.

El año pasado todos los organismos oficiales anunciaban cifras inferiores al 3,2% con que acabó. Pero no es esta la única cifra que se puede calificar de prudente, hay otras.

Si se crece más, se ingresarán más impuestos y la cifra de déficit público será mejor que la proyectada; que en 2020 el informe calcula en el -0,5% del PIB. Por tanto es posible que en 2020 haya superávit presupuestario. Si España tuviera un Gobierno austero con ese superávit, conteniendo los gastos públicos, se podría devolver deuda pública (uno de los Talones de Aquiles de la Hacienda española). Algo muy útil si, como se espera, los tipos de interés irán al alza. Entonces se rebajaría el “servicio de la deuda” (intereses) y las cuentas públicas irían aún mejor en los años siguientes.

Otra consecuencia sería que el Estado podría reducir los tipos de los impuestos. Eso daría alegría a las empresas y consumidores, aumentaría el ahorro y, por tanto, la inversión. Algo que traería la creación de puestos de trabajo con un desempleo que sería aún menor del proyectado por el Gobierno, que calcula 20 millones de trabajadores ocupados para 2020.

Cifra que aliviará la carga de las pensiones al aumentar las aportaciones de empresas y trabajadores a la caja de las jubilaciones. Los sueldos crecerían por la mayor demanda de empleados por parte de las empresas; ya han empezado este año. Las grandes superficies han anunciado un incremento del 2,5% en sus salarios. Subida que animará el consumo interno.

Los vientos internacionales también están a favor. El precio del petróleo, gracias a la posible producción del fracking estadounidense, difícilmente superará los 60 dólares el barril. Como las importaciones energéticas españolas son muy importantes, eso aliviará la balanza comercial y evitará una posible inflación de costes.

El crecimiento global de la economía, incluyendo los países emergentes, recuperados, tirarán de la demanda exterior. Las empresas españolas que se han situado en los mercados externos aumentarán ventas y beneficios. La balanza comercial puede tener superávit. El turismo seguirá siendo una fuente de divisas, porque es un movimiento mundial en ascenso.

¡Un circulo virtuoso imparable! ¡La mejor España económica que los tiempos pudieran ver! Claro que para eso se tienen que dar unas condiciones de estabilidad política que el horizonte no despeja.

El PP, además de su precaria situación en minoría parlamentaria, está sumergido en una “tormenta perfecta de corrupción”. Sus dirigentes se levantan día tras día con un desayuno informativo delirante que les anuncia nuevos casos. La oposición dividida da palos de ciego, mociones de censura y apoyos inciertos a las leyes necesarias, incluidos los Presupuestos. Los independentistas catalanes, egoístas como ellos solos, aportan la insolidaridad suficiente para aumentar la incertidumbre. La izquierda populista anda de “juegos de tronos” propios de los profesores universitarios alejados de la realidad.

Como ha dicho el propio Ministro de Economía: todo el crecimiento económico y la creación de empleo ocurrirá si España no se suicida políticamente ¿Lo conseguiremos?

Hasta hace unas semanas el Gobierno tenía un arma para evitar las locuras: la disolución de las cámaras. Todas las encuestas daban ganador al PP con más escaños que en las últimas elecciones. Por eso, los demás partidos se tentaban la ropa a la hora de tensar la cuerda. Pero la operación Lezo ha debilitado la moral y quizás las expectativas del PP. Así que para el PP se vuelve a imponer la necesidad de esperar para ver si se despeja el horizonte judicial. Al menos, esperar es algo que Rajoy sabe hacer bien.

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