Aficionados rusos, controlados por la policía el martes en el sur de Francia, van a ser expulsados del país al representar una amenaza para el orden público tras los incidentes ocurridos el sábado en torno al partido Inglaterra-Rusia en Marsella, indicaron las autoridades a la AFP.
La policía procedía el martes a verificar las identidades de 29 aficionados rusos en un hotel cerca de Marsella, donde residen.
Aunque la operación no terminó, las autoridades ya han decidido colocar a algunos de ellos en un centro de retención con vistas a ser expulsados del país, según la misma fuente.
Los aficionados controlados se aprestaban el martes a salir en autobús hacia Lille (norte) donde su equipo se enfrenta al miércoles a Eslovaquia.
Violentos incidentes se produjeron el fin de semana en Marsella, implicando a aficionados rusos, ingleses pero también franceses.
Diez personas fueron juzgadas el lunes en Marsella por esos hechos y condenados a penas de hasta un año de prisión, pero ningún hooligan ruso fue detenido, pese a que parece que ellos fueron los que desencadenaron los enfrentamientos con los ingleses. Esos enfrentamientos dejaron 35 heridos, entre ellos uno en estado "crítico" pero estable, según el fiscal de Marsella.
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