Las investigaciones se iniciaron a principios del mes de mayo, cuando agentes de la Guardia Civil tuvieron conocimiento que, entre los meses de febrero y marzo, dos personas aportaban estos tickets, que extraían de la papelera de la gasolinera o del cajón de expedición de la estación de servicio, ha informado la Guardia Civil en una nota.
Según aporta las investigaciones, la cuantía de algunas de las facturas de repostaje ascendían a más de 1.000 euros, las cuales al parecer eran utilizadas para justificar gastos en el balance de cuentas de la empresa del que era titular uno de los investigados. Las diligencias instruidas han sido entregadas al Juzgado de Instrucción de Ayamonte.
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