Así, todos los trabajadores que lo deseen podrán comunicar al departamento de Recursos Humanos que se destine una cantidad fija de su sueldo a ayudar a las personas acogidas por las Fundación Jesús Abandonado.
Dicho importe está comprendido en tramos mensuales de entre cinco euros hasta un máximo de 100 euros, que los empleados podrán modificar o suspender temporal o indefinidamente en cualquier momento.
Además, y dentro del área de responsabilidad social corporativa de Salzillo Seguridad, se propondrán el desarrollo de actividades de voluntariado corporativo en los diferentes recursos de los que dispone Jesús Abandonado.
El presidente de la Fundación Jesús Abandonado, José Moreno, manifiesta su alegría por el nuevo acuerdo firmado, "que permite que esta empresa se incorpore al grupo de firmas regionales que colaboran de una manera u otra con nosotros".
Asimismo, resalta que con acciones de este tipo "esperamos sirvan de ejemplo y animen a más empresas de la Región de Murcia a colaborar con Jesús Abandonado", demostrando que "el esfuerzo común y solidario es no sólo un valor a difundir, sino una acción eficaz para la lucha contra la pobreza y la exclusión social".
Por su parte, el consejero delegado de Salzillo Seguridad, Ginés Heredia, afirma que "nos identificamos con los objetivos de Jesús Abandonado", al tiempo que agardece "la oportunidad de poder devolver a través de la Fundación parte de lo que nuestra empresa recibe de la sociedad murciana".
Salzillo Seguridad está integrada en el grupo del mismo nombre que aglutina además a las empresas Alterna, Inam y Salzillo Servicios, y centra su actividad en la prestación de servicios de vigilancia, guarda y custodia de grandes empresas, centros comerciales, urbanizaciones, o instalaciones de la Administración.
Actualmente, este grupo cuenta con una plantilla de más de 500 profesionales repartidos en 200 centros de trabajo por toda la geografía nacional, con casi 300 proyectos en ejecución en total.
La Fundación Jesús Abandonado, que desarrolla su labor en la Región de Murcia junto con la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, tiene como finalidad la atención a las personas más necesitadas, en exclusión social o en grave riesgo de estarlo.
A día de hoy Jesús Abandonado atiende anualmente a más de 14.000 personas, con el objetivo último de lograr una recuperación plena, puedan desarrollar una vida independiente y que vuelvan a sentirse ciudadanos de pleno derecho.
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