La Corte Suprema de Estados Unidos anunció este martes que se ocupará del homicidio de un adolescente mexicano que fue abatido por un policía estadounidense, cuando uno y otro se encontraban a cada lado de la frontera entre los dos países.
Los hechos, ocurridos el 7 de junio de 2010, se desarrollaron en la frontera entre la ciudad mexicana de Ciudad Juárez y su vecina texana de El Paso.
Un guardia fronterizo, Jesús Mesa, mató de un balazo a Sergio Hernández, de 15 años.
Según la familia de la víctima, el agente Mesa disparó contra el adolescente cuando éste no estaba armado y no suponía ninguna amenaza. Murió sobre un puente del lado mexicano.
El agente Mesa, por su lado, afirmó que el joven y los amigos que lo acompañaban se negaron a obedecer sus órdenes de detenerse y que le arrojaron piedras.
El caso produjo manifestaciones en Ciudad Juárez y provocó una minicrisis diplomática entre Washington y México.
El presidente mexicano de entonces, Felipe Calderón, había exigido una investigación "profunda e imparcial".
La familia de Sergio Hernández demandó al agente Mesa ante la justicia estadounidense, pero un tribunal de Apelaciones de Nueva Orleans estimó que la acusación de uso de fuerza letal injustificada no se aplicaba al caso, por ser la víctima un ciudadano mexicano muerto en México.
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