Madrid permitirá los entierros según el rito musulmán "desde finales de este año", según han confirmado a lainformacion.com portavoces del Ayuntamiento de la capital. Hasta la fecha, los cadáveres que pertenecen a esta religión no podían ser enterrados en los camposantos públicos de la ciudad directamente en tierra, tal como establecen sus creencias. Según estos ritos mortuorios, los cuerpos deben ser recostados a la derecha, envueltos en paños blancos, mirando a La Meca y pegados a la tierra.
La normativa sanitaria regional prohibía hasta la fecha el enterramiento directamente en tierra, pero las autoridades del Ayuntamiento madrileño han alcanzado ahora un acuerdo con los colectivos musulmanes, para reservar 9.500 metros cuadrados en el cementerio Sur de Carabanchel, para que los entierros pueden realizarse mediante el rito mencionado.
"La iniciativa comenzará a concretarse probablemente a finales de año, pero ya está aprobada. Ahora tiene que transcurrir un tiempo hasta que la empresa La Funeraria S.A., que es mixta, pase a ser pública", señala a este medio un portavoz municipal.
La Funeraria S. A., o Empresa Mixta de Servicios Funerarios (según su nombre técnico y legal), precisamente, tiene bajo su tutela el servicio mortuorio de tanatorios y entierros en jurisdicción de la capital. Actualmente pertenece en un 51 por ciento a la empresa privada Funespaña, pero a finales de año será de propiedad pública, ya que el Consistorio absorberá en su totalidad su tutela, según fuentes del Ejecutivo madrileño.
Las negociaciones entre el Ayuntamiento y las comunidades islámicas para permitir este convenio, que finalmente arribaron a buen puerto, han durado más de tres meses.
El cementerio que las partes han elegido para realizar los entierros según el rito musulmán es el Sur, de Carabanchel Alto. Su elección no es casual: se trata del segundo más grande de la ciudad, después del de la Almudena, en el que se permitirá el entierro de musulmanes en una superficie de 9.500 metros cuadrados.
Vale aclarar que la reserva de una parcela para los entierros de este tipo no consisten en una cesión, sino que se trata de "incorporar el servicio de entierro en consonancia con el ritual musulmán en las propia funciones de la Funeraria del Ayuntamiento", señala el Consistorio.
La idea es la de sostener la pluralidad de culturas. La corporación madrileña considera una obligación la diversidad de la oferta de servicios funerarios, a la hora respetar los credos y religiones.
El delegado de Salud, Seguridad y Emergencias de Madrid, Javier Barbero, ha declarado que su "idea de remunicipalización del cementerio tiene que ver con dar un servicio para toda la población, con independencia de su mundo credencial. Hay un esfuerzo por todas las partes para poder llegar a acuerdos gestionando bien los mínimos sobre cuestiones básicas de salubridad", ha apostillado.
En toda la región, el único cementerio que permite este rito en una zona delimitada del recinto y siempre en cajas de zinc o bolsas estancas es el de Griñón. Desde 2014 no hay otro camposanto habilitado para hacerlo. Según cifras de la Unión de Comunidades Islámicas de España, ya son 1.300.000 musulmanes en España, y 200.000 en Madrid.
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