Alrededor de 2.500 personas, de las cuales muchos policías y gendarmes, participaron este lunes en una marcha blanca en los suburbios de París en homenaje al policía y a su pareja, asesinados en un ataque yihadista el lunes en su domicilio.
Los participantes, en silencio absoluto, con rostros firmes y entre sollozos, honraron la memoria de Jean-Baptiste Salvaing, de 42 años, y de Jessica Schenider, de 36, asesinados por un islamista radical.
"Estamos en el recogimiento, la empatía, el apoyo", comentó Oliver Labadie, bombero de un municipio vecino.
El desfile comenzó desde la comisaría de Mantes-La-Jolie, donde trabajaba la joven como agente administrativa, y continuó hacia el domicilio de la pareja en Maganville, escenario del drama.
Después de diez minutos de silencio, la multitud entonó de forma espontánea el himno nacional La Marsellesa.
"Nunca cederé ante los terroristas", dijo un policía parisino. Pero "a mis efectivos les digo: estad atentos, sed prudentes, debemos cambiar nuestros comportamientos", añadió.
La pareja fue asesinada por Larossi Aballa, condenado en 2013 por integrar una red yihadista, que reivindicó su acto en nombre del grupo Estado Islámico (EI).
Abballa fue abatido poco después por la policía. En la casa estaba también el hijo de ambos, un niño de tres años, que fue hospitalizado, en estado de choque.
"Hay que pensar en este pequeño chico que vio a su madre morir", sollozó una mujer en el cortejo.
Un nuevo homenaje, nacional, está previsto para el viernes en presencia del presidente François Hollande y del primer ministro Manuel Valls.
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