Seis años después del inicio de la guerra, las necesidades sanitarias en Siria son aún mayores, según Médicos del Mundo. Se estima que 12,8 millones de habitantes necesitan asistencia médica, comparado con los 11,5 millones de 2016.
"Desde la caída de Alepo, en diciembre de 2016, parece que la comunidad internacional ya no mira a Siria", ha lamentado la organización en un comunicado. "Pero el drama sigue. Las personas siguen sufriendo lesiones físicas y traumas psicológicos graves y en los países limítrofes, el número de personas refugiadas no deja de aumentar", ha añadido.
Según Médicos del Mundo, los servicios sanitarios en Siria carecen de equipos, medicamentos y personal y de las instalaciones que aún están activas, sólo el 12 por ciento dispone de generadores de energía para garantizar un servicio mínimo.
"El suministro de medicamentos y material fungible también se ve obstaculizado, sobre todo en las zonas sitiadas", ha asegurado Médicos del Mundo. "La falta de actualización de los efectivos médicos tendrá graves consecuencias que perdurarán durante años después de que termine el conflicto", ha advertido.
En el comunicado, la organización también ha criticado el hecho de que el Tribunal de Justicia Europeo permita a los estados miembro denegar visados humanitarios a quienes huyen de situaciones de guerra y persecución, algo que considera que pone en riesgo el concepto del derecho al asilo.
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