Por Dios, por la familia y con la camiseta de la selección, así votaron los diputados brasileños

  • Los más de 500 legisladores que estaban en condiciones de votar disponían de apenas 10 segundos para dejar su huella

    Hubo empujones, gritos, amenazas y caras desfiguradas en gestos agresivos.

Por Dios, por la familia y con la camiseta de la selección, así votaron los diputados brasileños
Por Dios, por la familia y con la camiseta de la selección, así votaron los diputados brasileños

Gritos, empujones, invocaciones a dios, dedicatorias a hijos, nietos y pueblos, gestos teatrales y camisetas de la selección de fútbol fueron algunas de las gemas que dejó la votación del impeachment este domingo en la Cámara de Diputados de Brasil.

"La casa del pueblo", como llaman los diputados a su lugar de trabajo, pareció resonar la polarización social y la inminente resolución de la guerra por el poder que se desató en la mayor economía latinoamericana y que llevó a la presidenta Dilma Rousseff al borde de la destitución.

"Que honor que el destino me reservó de que de mi voz saliera el grito de esperanza de millones brasileños", dijo el diputado Bruno Araújo antes de votar el "sí por el futuro", con el que la oposición sumó los 342 votos necesarios (dos tercios) para aprobar la moción de impeachment.

Como él, los más de 500 legisladores que estaban en condiciones de votar disponían de apenas 10 segundos para dejar su huella en la historia.

Y, desconsiderando el lugar que podrían terminar ocupando en los libros, buscaron aprovecharlos a su manera.

"Por mi familia y por mis hijos Sergio y Roberto, voto sí" al impeachment, dijo Simao Sessim, diputado del Partido Progresista, que optó por seguir el guión familiar, el más recurrente de los que usaron los legisladores.

Otro ejemplo fue el de la diputada Soraya Santos, del opositor PMDB, que alzó su puño y se pronunció ante la mirada de buena parte de los habitantes de un país de 204 millones de habitantes, por sus nietos "Arturo y Sofía".Invocaciones a Dios

La sesión, con frecuentes invocaciones a dios y a Jesús, incluyó una mención contraria a la libre elección sexual y duros adjetivos proferidos a la cara del presidente de la Cámara baja, el polémico Eduardo Cunha, considerado la mano no tan invisible detrás del impeachment, quien escuchó las palabras "bandido", "canalla" o "corrupto" sin pestañear ni dejar de hacer anotaciones con su lapicera.

"Estoy avergonzado de participar de esta farsa, esta elección indirecta conducida por un ladrón, urdida por un traidor y apoyada por torturadores cobardes, analfabetos políticos y vendidos, esa farsa sexista", lanzó el diputado Jean Wyllys, del izquierdista PSOL.

La diputada opositora Cristiane Brasil escogió también pasar a la eternidad vistiendo una camiseta de la selección de fútbol de... Brasil.

Muchos también eligieron discursos de contenido político y con menciones a grandes figuras de la historia.

Pero la efervescencia del día D para el impeachment en la Cámara de Diputados, plagada de tensiones, cálculos y acusaciones de traición desde hace semanas, dijo presente desde la misma entrada de los diputados al recinto.

Un grupo de legisladores opositores que se había reunido en la puerta del hemiciclo fue literalmente atropellado por otro que declamaba defender la democracia y a Rousseff, en un choque que desató un insólito espectáculo de empujones, gritos, amenazas y caras desfiguradas en gestos agresivos.

La cinta que delimita el paso entre la sala previa y el recinto de votación cayó junto con sus pilares arrastrada por la turba de representantes, que iniciaron así su día para la eternidad, peleando unos con otros.

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