Persisten las sombras en el tiroteo de Múnich

La policía intenta aclarar los aspectos oscuros de las motivaciones del autor del tiroteo de Múnich, un joven fascinado por las matanzas masivas, mientras aflora un debate sobre el endurecimiento de la legislación en materia de armas en Alemania.

¿Por qué pasó al acto? ¿Eligió a sus víctimas al azar o en base a un plan y cómo se procuro el arma y las municiones? Varias preguntas siguen sin respuesta.

Está comprobado que el joven germano-iraní de 18 años aquejado de trastornos siquiátricos premeditó su acción y tendió una trampa a sus víctimas desde Facebook.

Mató a nueve personas, la mayoría adolescentes, e hirió a 16 más. Una tragedia que sembró el terror en la capital de Bavaria, sur de Alemania, donde se desplegó por un tiempo un dispositivo policial sin precedentes por miedo a un acto terrorista.

Identificado como David Ali Sonboly, el asesino nació en Múnich, de padres llegados de Alemania a finales de los años noventa como solicitantes de asilo

Al caer de la tarde del viernes, abrió fuego contra un grupo de personas a la salida de un restaurante McDonald's y luego dentro de un centro comercial. Más tarde se suicidó cuando la policía intentaba detenerle.

En su mochila, la policía encontró unas 300 municiones, por lo que el balance hubiera podido ser mucho más grave.

La policía deberá determinar cómo se pudo procurar el arma, una pistola Glock 17 calibre 9 mm comprada de modo ilegal: el número de serie estaba limado. Se ha abierto en Alemania un debate sobre el endurecimiento de la legislación en materia de armas de fuego.

"Debemos examinar con gran detenimiento si es necesario legislar y en qué puntos precisos", declaró el ministro de Interior, Thomas de Maizière, en la edición dominical del diario Bild.

El vicecanciller alemán, Sigmar Gabriel, instó enseguida a hacer todo lo necesario "para restringir el acceso a las armas letales y controlarlo estrictamente", dijo al grupo de prensa Funke.

El joven, que vivía con sus padres en una vivienda social tenía obsesión con las matanzas masivas. Los policías encontraron en su cuarto documentos sobre el noruego Anders Behring Breivik, que abatió a 77 personas, sobre todo jóvenes, en 2011.

Por otra parte, el diario Bild destaca que el arma empleada en Múnich es como la que utilizó Breivik, aunque se trata de una pistola muy corriente.

Actuó solo y tendió una trampa a las víctimas después de "piratear" la cuenta de Facebook de una joven: les prometió descuentos en una hamburguesería del centro comercial. "Un modo de actuar particularmente pérfido", comentó De Maizière.

Entre los muertos figuran tres kosovares, tres turcos y un griego.

Las autoridades revelaron que el asesino fue víctima de acoso. Bild emite la hipótesis de que se pudo cebar con jóvenes extranjeros porque era maltratado en su escuela, sobre todo por turcos.

Una compañera de clase indicó a la cadena de televisión británica ITV que a menudo estaba solo y era poco apreciado en la escuela. "Lo vi ayer y parecía preocupado. Estaba raro y ni me miró, cuando normalmente dice hola", aseguró.

Al joven le gustaban los juegos video violentos, un elemento que según el ministro de Interior "tuvo un papel" en este caso.

Múnich se encontró en estado de sitio varias horas porque la policía temió durante varias horas que estuvieran fugados varios tiradores.

Alemania seguía conmocionada. La matanza se produjo cuatro días después de un ataque con hacha en un tren regional de Baviera, cometido por un joven yihadista de 17 años.

Más generalmente, llega en un contexto de fuertes temores en Europa, alimentados por los riesgos de atentados.

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