El Plan Director de la Policía Municipal presenta un Cuerpo que gana en su perfil social de la mano de un "modelo comunitario" --presente en ciudades como Chicago, San Diego o Bogotá-- y que quiere aumentar en "democracia y transparencia", algo compatible con ser una institución jerarquizada, ha defendido este jueves el delegado de Salud, Seguridad y Emergencias de Madrid, Javier Barbero, en rueda de prensa.
Barbero ha remarcado que con este modelo la policía sigue teniendo, en colaboración con otros Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, la "obligación de reprimir el delito y de perseguir a los delincuentes, así como el mantenimiento de los criterios de legalidad y la búsqueda del cumplimiento de la ley". Pero, como ha apuntalado, la identidad municipal va "mucho más allá", como recuerdan las distintas legislaciones sobre las funciones específicas de la policía local.
En el nuevo modelo se integra una perspectiva individual, centrada en el respeto a la seguridad física y patrimonial, es decir, poder pasear por la calle sin temer un robo o una agresión, pero también otra social, que tiene que ver con "no sentirse desprotegido por el desempleo, la pobreza energética, el deterioro ambiental, los riesgos de drogadicción de los hijos".
Se trata de combinar ambas perspectivas para ir a una seguridad integral, perseguida como "la garantía para que las vidas de todos y su integridad física, psicológica y sexual sean respetadas y protegidas, para tener el derecho a disfrutar del espacio público, a deambular libremente y sin temores, a que sus objetos y pertenencias no les sean arrebatados, a no ser fraudulentamente despojados de sus valores y de sus diferencias legítimas, a no ser intimidados, a tener cubiertos los mínimos imprescindibles de habitabilidad, abrigo, alimento y atención sanitaria, a poder gestionar sus conflictos de convivencia de manera efectiva y pacífica".
LAS UNIDADES DE DISTRITO COMO BASE
Barbero ha destacado que el modelo de policía por el que apuestan con este plan director es el de una policía que tiene como base las 22 Unidades Integrales de Distrito (una por distrito con la excepción de Centro, que tiene dos), desde donde los agentes "desarrollarán su trabajo desde y con la comunidad de una manera descentralizada". Así, la policía aportará su saber y experiencia y la comunidad se implicará en la detección y definición de sus problemas de seguridad y convivencia y en el apunte de propuestas.
La de Madrid es una policía de proximidad, no entendida como mera cercanía física, sino entendida como visibilidad, identificación y estrategias de patrullaje programado o dirigido. También es una policía orientada a la resolución de problemas vinculados a la seguridad y a la convivencia, preventiva y proactiva para reducir o canalizar positivamente la conflictividad social, origen de las agresiones, según el diagnóstico del área.
En este punto se incluiría garantizar el buen uso de los espacios públicos para todas las personas, reducir el tráfico de drogas, eliminar la mendicidad con niños, reducir el absentismo escolar y atajar la violencia machista, entre otros aspectos
Barbero ha hecho hincapié en que se busca una policía "democrática y con transparencia interna". "El hecho de ser un cuerpo jerarquizado no significa que no pueda ser democrático en su estilo y funcionamiento. Una policía democrática escucha y promueve la participación de la comunidad; apuesta por la introducción de un comité de ética, con participación externa, que analice los comportamientos en función de los valores; realiza una gestión transparente en los procesos de selección, ascenso, movilidad, agregados y adaptados", ha enumerado. También es una policía cooperadora con otros Cuerpos y siempre desde la lealtad institucional.
Barbero, acompañado por la alcaldesa, Manuela Carmena, y el director general de la Policía Municipal, Andrés Serrano, ha declarado que este modelo policial huye de dos "extremos, el que entiende que todo problema de orden político o social se ha de atajar casi exclusivamente por la vía policial en su versión más reactiva y el que piensa que la policía ha de dejar que actúen las instituciones sociales exclusivamente porque a él no le compete la dimensión de lo social, a no ser que se caiga específicamente en un delito". Esas son "actitudes excesivamente simplistas".
Tampoco olvida la atención a "la diversidad, fundamentado en el respeto y promoción de los derechos humanos" y siguiendo una metodología participada. En este punto, tanto Serrano como Barbero, han asegurado que han buscado las aportaciones de policías, tanto de la escala técnica como de la operativa, de sindicatos, asociaciones profesionales y expertos en convivencia y derechos humanos. Estará abierto a nuevas remodelaciones.
DEONTOLOGÍA Y RESISTENCIA
La centralidad operativa estará en los distritos aunque "un gran peso de todo el proceso acabará recayendo en la deontología profesional de cada uno de nuestros policías".
"Sabemos que el camino es largo y que las inercias y las resistencias al cambio pueden estar presentes, como también que no todas las variables están en nuestras manos, como la tasa de reposición que impone el Estado, pero también somos conscientes de la enorme valía profesional de nuestros policías y de su capacidad de aceptar nuevos retos y compromisos", ha remachado el delegado de Seguridad.
La Policía Municipal se encuadra en un modo de construir Madrid, el de la 'Ciudad de los Cuidados', que entiende que la responsabilidad de cuidar se encuentra no sólo en las familias y en las instituciones, sino también en la comunidad social. "Proteger es una manera de cuidar", ha remarcado Javier Barbero, que ha puesto el acento en "profundizar en la perspectiva de género, la interculturalidad y la diversidad social".
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