REFUGIADOS. LOS ELOGIOS DEL REY A LA POLÍTICA MIGRATORIA DE RAJOY DESAGRADAN A LAS ONG

La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) mostró hoy su desagrado por el elogio a la política migratoria española que hizo el rey Felipe durante su intervención en la cumbre de Nueva York.
“Sorprende que dijera que la política migratoria española se basa en la garantía de la protección de las personas, teniendo en cuenta las numerosas violaciones de derechos humanos que se producen en nuestras fronteras”, declaró a Servimedia la secretaria general de CEAR, Estrella Galán.
Las palabras del Rey también han sido criticadas desde Oxfam Intermón. En un comunicado, la ONG lamentó que don Felipe mantuviera en su discurso la idea de que España ha tenido buenos resultados y una gestión eficiente en la crisis humanitaria.
Para Oxfam, no se puede hacer ese balance cuando “las políticas españolas de migración han antepuesto el control de fronteras a la protección y dignidad de las personas y han reducido las partidas destinadas a ayuda humanitaria a su mínima expresión (67% desde 2011)”.
No obstante, Oxfam Intermón celebra que Felipe VI reconociera la “responsabilidad compartida” y que mencionara el papel de España en el Consejo de Seguridad de la ONU.
PROPUESTAS CONCRETAS
Por otra parte, CEAR también criticó hoy que tanto en los discursos de los líderes como en la resolución final de la cumbre “no se incluyan propuestas concretas para a garantizar la protección y salvar vidas de miles de personas refugiadas y migrantes”.
A CEAR le inquieta que los discursos de los líderes “puedan sembrar dudas sobre el respeto de los refugiados a los valores de los países de acogida, y sean utilizados interesadamente para alimentar el racismo y la xenofobia, tal y como hacen determinados grupos extremistas en Europa".
Red Inmigración y Red Acoge también han mostrado en las redes sociales su escepticismo ante los resultados alcanzados en Nueva York, porque creen que se habla de alcanzar acuerdos “en los próximos años”, cuando se trata de un problema urgente de atajar, y se corre el riesgo de que los compromisos se queden en “papel mojado”.