Rajoy declarará en persona ante el Tribunal de la Gürtel. Así lo ha decidido la Audiencia Nacional que ha citado al presidente del Gobierno el 26 de julio a las 9.30 en la sede de San Fernando. No obstante, en orden de preservar su "imagen institucional" se le permitirá hacerlo desde el estrado "en la forma que determine el Tribunal".
La Secretaría de Presidencia había pedido que declarara mediante videoconferencia alegando motivos de seguridad, de agenda y que ir físicamente a la sede de la Audiencia supondría un despliegue de medios públicos importante.
Por su parte, la Sala presidida por Ángel Hurtado ha argumentado que la comparecencia de los testigos ante el Tribunal “siempre ha sido y es una comparecencia física” y que las razones alegadas no son “consistentes ni impiden al testigo acudir al Tribunal”.
Así, los magistrados desmontan el argumento de Rajoy sobre el despliegue de recursos públicos sosteniendo que no aciertan a entender por qué habría de producirse simplemente por un desplazamiento de 18 kilómetros.
En cuanto a la seguridad, el Tribunal responde que la sede de la Audiencia Nacional es un sitio carente de riesgos que “ofrece mayores garantías que las que pueden ofrecer otras sedes empresariales o institucionales, sedes donde el testigo ha protagonizado actos en otras ocasiones y más aún que las existentes en mercados y otros foros populares donde el testigo ha protagonizado encuentros con los ciudadanos en campañas electorales”.
La Sala ha puntualizado que Rajoy “no comparece como presidente del Gobierno, sino como ciudadano español” en calidad de testigo por los cargos que tenía en el PP.
Por último, en cuanto a la agenda del presidente, la Audiencia señala que precisamente la fecha de su comparecencia se ha elegido en función de la disponibilidad de Rajoy.Hurtado no entiende por qué Rajoy no y Mas sí
La decisión se ha tomado en contra del presidente del Tribunal, Ángel Hurtado, que ha emitido un voto discordante, tal y como hizo cuando se decidió citar a Rajoy.
El magistrado argumenta que aunque bien es cierto que Rajoy acude en calidad de español, su posición institucional es razón suficiente como para optar por la videoconferencia.
Además, Hurtado sostiene que la videoconferencia es una práctica habitual y que no entiende por qué en otras ocasiones sí se ha permitido a testigos optar por este sistema, concretamente, cuando la Audiencia Nacional accedió a que lo hiciera el expresidente catalán Artur Mas en el juicio por el asalto al Parlament en 2011.
Por último, el juez alega que “no se deberían ignorar los notables efectos mediáticos” y que “es habitual tener en consideración la opinión del testigo” sobre el sistema que pretende utilizar.
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