Ha sucedido después de que una patrulla de la Unidad de Seguridad Ciudadana (USC) de los Mossos acudiese este lunes al domicilio del hombre, requerida por el Sistema de Emergencias Médicas (SEM) ya que el hombre debía ingresar en un centro hospitalario para enfermos mentales, han informado fuentes de la policía catalana a Europa Press.
El hombre, de nacionalidad marroquí y con un trastorno mental grave, se ha resistido a ser ingresado y, al tratar de inmovilizarlo, ha roto la cubierta de la funda del arma de uno de los agentes, ha cogido la pistola y ha accionado el disparador, pero no ha conseguido disparar porque no había cartucho en la recámara.
Según han explicado las mismas fuentes, tener el arma montada o no es una opción personal de los policías: algunos agentes prefieren llevarla sin montar por si alguien ajeno se hace con ella y otros la llevan preparada por si se encuentran ante un caso que requiera una reacción rápida.
Tras los hechos, los agentes lo han reducido, lo han detenido por resistencia y lo han trasladado a un centro sanitario.
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