Sanz, en declaraciones recogidas por Europa Press, ha destacado que la Policía ha actuado de forma "rápida", teniendo como resultado la detención del presunto autor y de dos personas que "al parecer le acompañaban, grabando uno de ellos los hechos que se dieron a conocer por las redes sociales".
Recuerda que el presunto autor tiene hasta 27 antecedentes por distintos delitos de lesiones, atentado o extorsión, habiendo cumplido prisión por una agresión homófoba. Así, indica que en este caso se le ha acusado de un presunto delito de odio ante unas "agresiones completamente reprobables".
"Nada tiene que ver esto con el mundo del deporte. El deporte es otra cosa y tenemos que trabajar por eliminar la violencia en este ámbito", subraya, añadiendo que "todo el peso de la ley tiene que caer ante estos hechos tremendamente desagradables e intolerables".
En este marco, Sanz ha querido desvincular a los equipos de fútbol y al deporte de la "actitud de una persona con un comportamiento inaceptable" y espera que, una vez detenido, "tenga las consecuencias lógicas ante el imperio de la ley".
Cabe recordar que la Policía Nacional ha detenido a M.H.P., de 28 años de edad, en Benacazón como presunto autor de un delito de odio y, también por este mismo delito, a J.M.O., un vecino de este municipio de 28 años y que carece de antecedentes, y el presunto autor de la grabación de los hechos que acabó en las redes sociales, S.J.L.M., de 29 años y natural de Sevilla aunque vecino de Alcalá de Guadaíra. A éste le constan tres detenciones anteriores por lesiones, desórdenes públicos y atentado.
Días antes, la Ertzaintza ya informaba de que había identificado a tres 'ultras' del Betis por la participación en esta agresión, grabada y difundida en redes sociales. En el vídeo que circula por las citadas redes se ve cómo el agresor se acerca al grito de 'Arriba España' con un vaso grande de bebida a un hombre que lee el periódico en una terraza de la Plaza Nueva y le pregunta si es 'proetarra', le vierte la bebida encima y le propina una torta, patadas y puñetazos. La víctima sale huyendo hacia el interior del bar, entre las risas de los que graban el vídeo y los que acompañan al agresor.
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