Soldado israelí acusado de ultimar a palestino herido comparece ante corte castrense

Un soldado israelí acusado de haber ejecutado a un palestino herido, fuera de toda situación de peligro, empezó a ser juzgado el lunes por un tribunal militar, en un caso que divide profundamente a la opinión.

El presidente de la corte castrense de Jaffa, cerca de Tel Aviv, leyó el acta de acusación de Elor Azaria, de 19 años, que compareció vestido de uniforme, sentado en primera fila de una pequeña sala de audiencia, en presencia de su su familia.

El conscripto, que también tiene nacionalidad francesa, se limitó a responder: "Comprendo", cuando el magistrado le preguntaba si había entendido el contenido del acta de acusación.

Azaria está acusado de homicidio, por haber ultimado de un disparo en la cabeza, el 24 de marzo, a Abdel Fatah al Sharif, un palestino que acababa de atacar a cuchilladas, junto a otro individuo, a soldados israelíes en Hebrón, en el sur de Cisjordania ocupada.

Al Sharif, de 21 años, yacía herido por disparos de los militares, a pocos metros del cuerpo de su cómplice, que aparentemente ya estaba muerto.

La primera audiencia duró apenas una hora, el tiempo necesario para que los tres jueces militares acepten el pedido de los abogados de Elor Azaria de tener mayor plazo para preparar la defensa y de denegarle al inculpado un nuevo permiso de salida, después del que le acordaron a fines de abril por las Pascuas judías.

Azaria estuvo recluido unos días en una cárcel militar y actualmente se halla confinado en su base, sin autorización de porte de armas y de tomar contacto con testigos. Su interrogatorio sobre los hechos está previsto para el 23 de mayo.

La audiencia no examinó cuestiones de fondo, pero dejó entrever las líneas de fractura entre la acusación y la defensa, similares a las que dividen a la opinión pública israelí entre quienes sostienen que el ejército debe respetar los valores éticos y utilizar de forma proporcionada la fuerza y quienes justifican la actitud del soldado, frente a la multiplicación de ataques palestinos.

"Fue un disparo sin justificación alguna contra un terrorista que ha había sido neutralizado, en total contradicción con las reglas" del ejército y con las declaraciones de "un soldado que no ha dejado de modificar su versión de los hechos", declaró a la prensa el fiscal militar, Nadav Weisman.

Un video filmado por un militante palestino de una organización israelí de defensa de los derechos humanos, difundido por las redes sociales, muestra a Azaria charlando con otro soldado antes de apuntar hacia Abdel Fattah al Sharif, tendido en el suelo a pocos metros, y de abrir fuego.

La autopsia determinó que el palestino había fallecido de un balazo en la cabeza.

Según la defensa, Azaria disparó porque temía que Al Sharif disimulara un cinturon de explosivos bajo su ropa.

"Elor se encuentra en una situación inconcebible, pero es un muchacho sólido. Actualmente está alzando la cabeza y cree en su inocencia, como todos nosotros", dijo uno de sus abogados, Eyal Besserglick.

Miles de personas enarbolando banderas israelíes expresaron el 19 de abril su apoyo al soldado acusado.

El caso parece ser uno más de los que ponen a las fuerzas de seguridad israelíes, y en particular a las tropas desplegadas en Cisjordania, en primera línea de las acusaciones de uso excesivo d ela fuerza.

El ejército fue sin embargo la primera institución que denunció la conducta de Elor Azaria como incompatible con sus normas morales. El fiscal militar presentó en los debates preliminares del juicio declaraciones de testigos que habían oído a Azaria decir que el palestino herido no debía salir vivo.

La polémica se produce en una sociedad en la que muchos analistas ven crecientes señales de crispación.

El ejército se encuentra asó "en la posición improbable de representar la voz de la razón y de la moderación ante una sociedad que otorga cada vez menos importancia a esas cosas", escribía recientemente una columna del diario de izquierda Haaretz.

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