"No somos nosotros los que deberíamos dar el siguiente paso, porque claramente hemos superado nuestros límites. Ahora esperamos que sean las otras partes", ha defendido Grau en declaraciones a los medios, y ha insistido en que la dirección difícilmente puede hacer más movimientos más allá de matices y aclaraciones.
Ha recordado que la mediación de la Dirección de Relaciones Laborales de la Generalitat elaboró un documento "de forma salomónica para encontrar un punto equidistante entre las partes" al no lograr un acuerdo, y ha dicho que la dirección se mostró dispuesta a aceptarlo haciendo un gran esfuerzo si el comité de empresa lo sometía a votación, algo que todavía no ha hecho.
Grau ha defendido la importancia de que la plantilla valore este documento, que asegura que incluye mejoras laborales y económicas, tras lo que ha expresado su respeto por las decisiones de cada una de las partes, porque "bastante complicado debe ser que seis sindicatos se ponga de acuerdo para tener una sola voz".
Ha dicho que ha habido poco tiempo desde que se presentó esta propuesta, y ha confiado en que "la representación de los trabajadores será capaz" de trabajar si considera que alguno de los puntos --como las jubilaciones parciales-- requiere aclaraciones o matices, con el objetivo de sacar adelante el documento.
Este documento incluye mejoras como incrementos salariales en cuatro años que superan el 7%, reducciones de la jornada laboral, más personal indefinido y a tiempo completo y la creación de dos turnos que "favorecen la conciliación de la vida personal y laboral", ha citado Grau entre otras medidas.
Preguntado por lo que deja de ingresar TMB con las huelgas, Grau ha señalado que es "muy difícil de cuantificar" porque no todos los viajeros pagan lo mismo, aunque cada lunes el Metro registra 300.000 validaciones menos que en un día laborable habitual, con entre un 25% y un 30% menos de pasaje en las horas de huelga, y un 18% menos en el global de la jornada.
La del próximo lunes será la sexta jornada con paros desde que hace ocho semanas los trabajadores convocaron una huelga indefinida para cada lunes, con paros de dos horas en cada turno: de las 7.00 a las 9.00; de las 16.00 a las 18.00, y de las 20.30 a las 22.30 horas.
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