Turquía refuerza operación en Siria tras conquistar ciudad en manos del EI

Turquía envió este jueves un nuevo convoy de blindados a territorios del norte de Siria, al día siguiente de una ofensiva relámpago en la que expulsaron al grupo Estado Islámico (EI) de Jarablos, una ciudad situada cerca de la frontera.

Con esta operación Turquía busca también detener el avance de las milicias kurdas al otro lado de la frontera.

A partir de las 18H00 local (15H00 GMT), la artillería turca disparó contra posiciones del Partido de Unión Democrática (PYD), un grupo kurdo que opera en el norte de Siria, y que cuenta con apoyo estadounidense, después de que estos violaron un acuerdo con Washington de no traspasar un cierto punto, informó la agencia estatal Anadolu.

La intervención turca apuntala a las tropas de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), una alianza de milicias rebeldes de mayoría árabe.

Los tanques se sumarán a los que ya cruzaron la frontera el miércoles en la llamada operación "Escudo del Éufrates", con el que Turquía pretende expulsar de su frontera con Siria al EI y a las milicias kurdas.

Durante la operación, la más ambiciosa lanzada por Turquía en los cinco años y medio del conflicto en Siria, fueron desplegadas fuerzas especiales en tierra mientras la aviación disparaba contra objetivos del EI.

En pocas horas, cientos de combatientes de los rebeldes sirios, apoyados por la aviación y los tanques turcos lograron tomar Jarablos.

Los rebeldes apoyados por Ankara aseguraron que el grupo se había retirado al sur, a la ciudad de Al Bab.

Diez tanques, diez vehículos blindados de transporte de tropas, con ambulancias, además de maquinaria pesada cruzaron la frontera a la altura de la localidad turca de Karkamis, entrando a Siria.

En la zona se escuchaban esporádicamente ráfagas y explosiones, constató un fotógrafo de la AFP.

Con esta operación Ankara responde al atentado atribuido al EI que dejó 54 civiles muertos en Gaziantep, en el sur de Turquía el sábado pasado.

Turquía que sufrió varios atentados del grupo yihadista desde 2015 había recibido críticas de hacer la vista gorda a la organización.

El gobierno había "trabajado para hacer una incursión terrestre desde hace dos años", pero había retrasado la operación por varios factores, dijo un alto cargo turco que pidió no ser identificado.

El funcionario citó la reticencia dentro del ejército turco, el débil apoyo de Washington a una misión de este tipo y el incidente aéreo con Rusia, que provocó una crisis entre ambos país por el derribo de un aparato de Moscú.

Además de expulsar al EI, el presidente Recep Tayyip Erdogan han insistido en que la ofensiva pretende hacer retroceder a las Unidades de Protección Populares (YPG), otra milicia kurda de la zona.

Turquía, en permanente conflicto con los kurdos en su propio territorio, ve con preocupación la idea de que los kurdos sirios formen una cintura de territorios bajo su control en la frontera.

Turquía considera a las YPG un grupo terrorista que busca la independencia de la región kurda siria.

La hostilidad de Ankara hacia las YPG la ha enfrentado a su aliado en la OTAN, Estados Unidos, que trabaja con el grupo en el terreno en su combate contra el EI.

Pese ello, el vicepresidente estadounidense, Joe Biden, de visita en Turquía el miércoles, quiso dejar claro que Washington ha ordenado a las milicias kurdas no traspasar el Éufrates.

El jueves, el ministro turco de Defensa, Fikri Isik, insistió en que "Turquía tiene todo el derecho a intervenir" si las fuerzas kurdas no se retiran rápidamente al este del río.

La eficiencia de la operación también supone un golpe de efecto para la reputación del ejército turco, en horas bajas tras el intento de golpe en julio y la consiguiente purga masiva en sus fuerzas, que se ha saldado con el despido y encarcelamiento de miles de militares.

La rapidez de la operación ha sorprendido a expertos, dado que a los kurdos les tomó tiempo y muchas fuerzas arrebatarle al EI localidades del norte de Siria como Kobane o Manbij.

Estados Unidos asiste a las operación turca en el otro lado de la frontera siria, para forzar la retirada del EI, indicaron fuentes estadounidenses de alto nivel, que pidieron no ser identificadas.

"Los turcos están dispuestos a quedarse lo que haga falta (en Siria) para neutralizar al EI", dijo Biden desde Estocolmo, que celebró que haya un cambio gradual de mentalidad de Ankara con respecto a la organización.

El ejército turco no lamentó ninguna pérdida, dijo Isik, que informó que dos rebeldes murieron y otros dos resultaron heridos.

Citando a fuentes militares, el Hurriyet Daily dijo que un centenar de yihadistas perdieron la vida.

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