Una exjueza, una abogada y un repartidor de publicidad son las víctimas de la masacre de Usera

Víctor Joel S.C es un abogado que se dedica a asuntos relacionados con la extranjería en el distrito de Usera, Madrid, poblado principalmente por habitantes extranjeros (de procedencia mayoritaria latina y asiática). En su Perú natal había llegado a ejercer como fiscal, pero después se instaló en España, hace 8 años.

Este es el dueño del bufete de abogados que ayer fue epicentro de un brutal triple crimen. Las vìctimas son Jhon Pepe C.V., Maritza Osorio y otra mujer, de nombre Elisa C.G.. Las mujeres fueron degolladas por los agresores, y el hombre murió con un hacha incrustada en la cabeza. También fue parcialmente quemado.

La historia de las víctimas corresponde a la de cualquier ciudadano común, que tenía su trabajo normal, pero los tres encontraron el peor de sus destinos.

Jhon Pepe C.V. tenía 43 años. Había nacido en 1973 en Ecuador y era cliente habitual del bufete de Víctor Joel. Durante los últimos cuatro años se dedicaba a repartir publicidad. Muchísima gente lo conocía en Usera. Pepe tenía un hijo, que es menor de edad.

Maritza Osorio había nacido en Cuba. Tenía 42 años y residía en la calle del Olvido, también en el distrito de Usera. Había llegado andando desde su casa hasta el bufete, y allí fue cuando perdió la vida de manera horrorosa.

Elisa, la otra mujer que fue asesinada, era la mas joven de las tres víctimas. Tenía 26 años y acababa de recibirse en Derecho. Era empleada del lugar y trabajaba como secretaria desde hacía poco tiempo. Había nacido en República Dominicana, y llegó a Madrid en su juventud.

Tanto Elisa como Maritza trabajaban en el despacho. Esta última había sido jueza en un tribunal cubano. Pero en el despacho de Usera desempeñaba todo tipo de tareas, desde administrativas hasta de asesoría judicial. Esta última mujer, quien se había formado como educadora infantil, deja una hija.

Respecto al dueño del despacho, se trata de un hombre que llegó a España en 2008. En su país natal estuvo involucrado en un caso de presunta corrupción judicial: una jueza peruana con la que trabajó fue acusada de favorecer a un narcotraficante condenado a 25 años de prisión y él, en una entrevista concedida a El Comercio de Lima, aseguró que había observado y denunciado las irregularidades y que la magistrada fue destituida, según informa la Cadena Ser.

En una entrevista concedida al mencionado medio latinoamericano, llegó a denunciar públicamente que había recibido "presiones y amenazas". Supuestamente, esas coacciones fueron denunciadas por él mismo en 2006.