Abramóvich niega las acusaciones de coacción de su compatriota Berezovski

  • El multimillonario ruso Román Abramóvich, propietario del club de fútbol inglés Chelsea, afirmó hoy que "son infundadas" las acusaciones de coacción y traición vertidas contra él por su compatriota Borís Berezovski, su antiguo padrino en el mundo de los negocios en Rusia.

Londres, 31 oct.- El multimillonario ruso Román Abramóvich, propietario del club de fútbol inglés Chelsea, afirmó hoy que "son infundadas" las acusaciones de coacción y traición vertidas contra él por su compatriota Borís Berezovski, su antiguo padrino en el mundo de los negocios en Rusia.

En una comparecencia ante el Tribunal Superior de Londres, donde se resuelve una querella interpuesta por Berezovski, Abramóvich negó los cargos y señaló que su compatriota ya ha recibido de él "una suma sustancial de dinero" y no merece más, "ni en términos legales ni de honor".

"Espero, con todos mis respetos, que se haga evidente para el tribunal que las acusaciones de Berezovski no tienen ningún fundamento", declaró en ruso el demandado, cuyas palabras fueron traducida al inglés en la vista.

Berezovski demandó a principios de mes a Abramóvich y le pide una indemnización de 5.000 millones de dólares por supuestamente haberle "intimidado" para que vendiera sus acciones en la petrolera rusa Sibneft, que ambos impulsaron, por "la mera cantidad" de 1.300 millones de dólares, "una fracción de su verdadero valor" de mercado.

El demandante alega que su compatriota, de 45 años, cometió un "abuso de confianza" y "ruptura de contrato" cuando ocurrieron los hechos a finales de los años 90, según ha indicado su abogado, Laurence Rabinowitz.

De acuerdo con Rabinowitz, Abramóvich "traicionó y chantajeó" a Berezovski cuando este, partidario del presidente Boris Yeltsin, se enemistó con el Gobierno ruso tras la llegada al poder de Vladímir Putin, y tuvo que abandonar Rusia en 2000.

En la sesión de hoy, en la que estuvieron presentes ambos empresarios, Abramóvich explicó que él y Berezovski nunca fueron socios sino que el segundo fue su "padrino político" ("krysha", en ruso), ofreciéndole protección para poder avanzar en sus negocios en la Rusia postcomunista, puesto por el que percibió grandes cantidades de dinero.

El dueño del Chelsea declaró que, aunque siente "un vínculo emocional" con su compatriota, no le puede calificar de "antiguo amigo" y negó haber sido su "protegido", explicando que su relación era "típica" de esa época en Rusia.

Abramóvich dijo al tribunal que siempre le pareció extravagante el estilo de vida de Berezovski y sus "megalómanas" ambiciones políticas, que incluían "restaurar la monarquía en Rusia".

Para contar con su apoyo y tutelaje político, él tenía que satisfacer las a menudo "excesivas demandas" de su compatriota, así como pagar todos sus gastos, como el flete de aviones o yates para sus viajes, aseguró.

Se calcula que el juicio que enfrenta a ambos multimillonarios, residentes en Londres, durará más de dos meses.

Berezovski hizo su fortuna en Rusia importando vehículos y, en época de Boris Yeltsin, fue el accionista mayoritario del principal canal de televisión ruso, ORT.

Abramóvich explicó hoy que él dejó el colegio a los 16 años y se enroló en el Ejército y estudió derecho antes de empezar su carrera empresarial vendiendo juguetes de plástico.

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