En enero pasado, la discoteca 'La Bamba', en Valencia, promocionó un singular evento en la que anunciaba la 'Craziest Enfermeras Party' (Fiesta de las enfermeras más locas). Los artífices de la idea comenzaron a distribuir carteles y panfletos por las calles, además de anunciar la iniciativa en las redes sociales.
El señuelo para atraer a los jóvenes al establecimiento nocturno era bastante llamativo: una enorme imagen de una mujer exhuberante, en prendas íntimas y semidesnuda, disfrazada de enfermera, acompañaba la siguiente leyenda: "Rubia de bote, muy despampanante, con grandes pechos y enfermera.Gogós enfermeras que te sanan el corazón".
Al enterarse de esta polémica estrategia de marketing, el Colegio de Enfermería de Valencia expresó su repudio. En su opinión, la publicidad era de evidente mal gusto, sexista y no solo eso: denigraba la imagen profesional del colectivo y se atacaba gravemente la imagen de la mujer. Todo por los fines lucrativos de empresarios nocturnos sin escrúpulos, de acuerdo al escrito que enviaron a los propietarios del establecimiento.
La Fiscalía finalmente ha decidido abrir ahora una investigación a raíz de este hecho. Las secciones de Violencia sobre la Mujer y Mercantil de la Fiscalía provincial considera que el material publicitario repartido por los dueños de 'La Bamba' puede ser constitutivo de delito.
El Colegio Oficial de Enfermería de Valencia y la dirección general de Comercio y Consumo, dependiente de la Conselleria de Economía, ya han recibido una petición formal del organismo para que remitan copia de todo el material que posean sobre este hecho, según informa el diario El Mundo.
Más allá de las reacciones en su contra, los dueños de 'La Bamba' decidieron continuar con la realización del evento, que tuvo lugar el pasado 22 de enero. Juan José Tirado, presidente del Colegio de Enfermería de Valencia, ha cargado contra la campaña y ha asegurado que su contenido "implica una publicidad ilícita, denigrante y prohibida por la Ley General de Publicidad, al desprestigiar gravemente a la mujer y a la profesión enfermera".
En los últimos meses, ya se acumulan varios casos que han causado polémica, donde presuntamente se utilizaa las mujeres de forma discriminatoria, sexista y vejatoria para fines lucrativos.El sindicato CCOO-PV de la empresa Masatusa, por ejemplo, concesionaria del servicio de transporte urbano en Alicante, exigieron a mediados de 2015 la retirada de la publicidad de un conocido centro comercial de la ciudad que utilizaba a los autobuses como soporte, donde se veía a mujeres en bikini.Solo tres casos han llegado a los Tribunales
El Observatorio de la Imagen de la Mujer y entidades como la Asociación de Usuarios de la Comunicación reciben cientos de quejas por publicidad sexista cada año y sin embargo, desde que en 2004 la Ley de Violencia de Género modificó la Ley General de Publicidad para declarar ilícitos estos anuncios, sólo tres casos se han judicializado. La jurisprudencia en este asunto se limita a esos pocos procesos en toda la Historia, aunque según diversos expertos, España tiene la legislación más avanzada de la UE.
El primer caso en España tuvo lugar en 1992 y fue la condena a una juguetera por emitir mensajes diferentes para niñas y para niños. El segundo llegó 20 años después, una demanda en 2012 contra una compañía aérea que se promocionaba con un calendario de imágenes de azafatas. Recurrió la estimación en primera instancia y el tribunal aún no se ha pronunciado.
El tercer y último caso se registró en 2014 contra una cementera por utilizar la imagen sexualizada de una mujer para vender sus productos. El tribunal desestimó la demanda porque la campaña ya no existía, aunque la Fiscalía ha recurrido. La institución se personó como acusación en ambos casos.Otra polémica en País Vasco, por la imagen de una ciclista
Por otra parte, hoy ha tenido lugar una nueva polémica a raíz de supuesta publicidad sexista. Los organizadores de la Emakumeen Bira, en País Vasco, una de las competencias del ciclismo femenino más importante en Europa, debieron retirar el cartel anunciador de la prueba de este año, tras ser calificado de "sexista" por una asociación de mujeres de la localidad vizcaína de Iurreta, donde se organiza la competición.
El cartel de la Emakumeen Bira mostraba a la ganadora del año pasado, la polaca Katarzyna Niewiadoma, lanzando un beso al fotógrafo que tomó la imagen. La asociación Anderebide, de Iurreta, consideró "sexista e inapropiado" el cartel y exigió su retirada, a lo que los organizadores finalmente han accedido.
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