Acusado de matar a su mujer afirma que intentó llevarse el cadáver a Bolivia

  • El hombre acusado de asesinar a su mujer en Sant Pere de Ribes (Barcelona) y abandonar el cadáver en plena calle dentro de una maleta, ha negado hoy que la matara, pero ha admitido que tuvo la intención de llevarse el cadáver a Bolivia, de donde la pareja era originaria.

Barcelona, 13 feb.- El hombre acusado de asesinar a su mujer en Sant Pere de Ribes (Barcelona) y abandonar el cadáver en plena calle dentro de una maleta, ha negado hoy que la matara, pero ha admitido que tuvo la intención de llevarse el cadáver a Bolivia, de donde la pareja era originaria.

Un jurado popular juzga desde hoy en la Audiencia de Barcelona a Lorenzo C., para quien la Fiscalía pide una condena de 23 años de prisión por un delito de asesinato y otro de violencia habitual por matar a su esposa, a la que presuntamente había maltratado en varias ocasiones, el 21 de septiembre de 2009 en su domicilio de Sant Pere de Ribes.

El presunto homicida se encuentra en prisión preventiva desde el 29 de septiembre de 2009, cuando fue detenido días después de que se encontrara el cadáver de su mujer en el interior de una maleta abandonada en la Gran Vía de Barcelona, con la inscripción: "Sólo Dios sabe lo que ha pasado. Adiós. Q.E.P.D. Que viva México".

El procesado ha negado que asesinara a su mujer, que fue estrangulada con un cordón, y se ha escudado en que la noche del crimen consumió tal cantidad de alcohol que no recuerda nada de lo sucedido, aparte de que le dio un empujón para echarla sobre la cama, dado que ella también estaba ebria.

Cuando despertó, ha explicado Lorenzo C., encontró a su mujer muerta sobre la cama y su primera idea fue llevarse el cadáver a Bolivia para enterrarla en el país andino, de donde ambos eran originarios.

Por ese motivo, según su versión, cubrió con dos bolsas la cabeza de la víctima porque su rictus mortal le "impresionaba" mucho y metió el cadáver en el interior de una maleta con la que cogió un autobús con destino al aeropuerto, desde donde tenía previsto volar a Bolivia.

El autobús procedente de Sant Pere de Ribes paró en la plaza Espanya de Barcelona, donde el acusado abandonó la maleta con el cadáver en la Gran Vía después de que se le rompiera una de las ruedas que la arrastraban.

Según el procesado, con la inscripción que dejó en la maleta -"Sólo Dios sabe lo que pasó"- pretendía dejar claro que desconocía cómo había fallecido su pareja y la alusión a México obedecía a que ése era el país donde ambos querían pasar su luna de miel cuando contrajeran matrimonio.

Dos años antes del crimen, el procesado había sido denunciado por su mujer por maltrato, por lo que se le dictó una orden de alejamiento, pero un tiempo después la pareja se reconcilió y la víctima aceptó volver a vivir con él en el mismo domicilio de Sant Pere de Ribes que compartían con otros matrimonios de inmigrantes.

La convivencia no se reanudó sin problemas, ya que el propio acusado ha admitido que volvió a discutir con ella por celos, y la noche del crimen la pareja mantuvo un agrio enfrentamiento en pleno paseo marítimo de Sitges (Barcelona), adonde habían acudido a celebrar el cumpleaños del procesado y los planes de matrimonio de ambos, que tenían un hijo en común que vive en Bolivia.

De esas peleas, según el ministerio público, fueron testigos algunas personas que compartían piso con la pareja y el último enfrentamiento fue presenciado por dos policías que patrullaban por el paseo marítimo de Sitges.

Según la Fiscalía, el acusado mató a su mujer pegándole repetidamente en la cabeza y estrangulándola con un cordón, mientras la víctima se hallaba aturdida por los golpes y por la gran cantidad de alcohol que había ingerido.

Tras abandonar el cadáver en la calle, ha reconocido el propio procesado, regresó a su domicilio de Sant Pere de Ribes para eliminar los restos del crimen. EFE.

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