El grupo incluye a tres jóvenes de entre 20 y 23 años de la ciudad israelí de Nazaret (norte) y la localidad cercana de Yafia, así como otro de 26 años, que los habría dirigido desde la cárcel, donde cumple una pena por asesinar a un taxista.
Los cuatro fueron acusados de pertenecer a un grupo ilegal, contactar con un agente extranjero, conspirar para cometer un delito y tráfico de armas, indicó la policía en un comunicado.
El servicio de inteligencia interno israelí, el Shin Bet, dijo en un comunicado que los sospechosos, detenidos en agosto, durante el año pasado "actuaron para obtener un arma, se entrenaron con ella, y recogieron datos de inteligencia sobre bases de la policía y el ejército para llevar a cabo atentados bajo la bandera del Estado Islámico".
Dos de los sospechosos de Yafia estuvieron en contacto con dos hombres de su pueblo, que actualmente combaten en Siria en las filas del Estado Islámico. Estos "los motivaron para que atentaran en territorio israelí por cuenta del EI", según el Shin Bet.
Otros tres árabes israelíes de Fureidis, cerca de la ciudad de Haifa (norte), fueron imputados por proveer de municiones a los miembros de la célula.
Según las autoridades israelíes, decenas de árabes israelíes se han unido al EI en los últimos meses, y varios de ellos murieron en combate.
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