Ada colau, cada vez "más convencida de seguir adelante"


La portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, Ada Colau, declaró hoy que su asociación está "cada vez más convencida” de la necesidad de defender el derecho a una vivienda digna, y aseguró que “vamos a seguir adelante” hasta conseguir que los derechos humanos sean respetados en España.
En rueda de prensa, Colau insistió en que el acceso a una vivienda adecuada debe considerarse como derecho fundamental, "cuya privación compromete seriamente otros muchos, como el acceso a la educación, a la salud física y psíquica o a la alimentación”. Llega incluso a vulnerar el derecho a la vida y a la dignidad, con casos de suicidios de personas que no ven salida a la pérdida de sus casas, subrayó.
“Lamentablemente, desde las administraciones públicas siempre se ha rehuido plantear este debate como una cuestión de derechos humanos”, resaltó. A su juicio, “si algo sobra en este país son viviendas vacías”, con lo que “no puede alegarse la falta de recursos”.
No obstante, lamentó, todos los gobiernos han preferido “priorizar los beneficios de los grandes intereses económicos y seguir incumpliendo la función social del estado”.
De ahí que el proceso de ejecución hipotecaria y la legislación relacionada permanezcan sin cambios en su núcleo fundamental, pese al millón y medio de firmas a favor de la Iniciativa Legislativa Popular y de las manifestaciones "masivas" en la calle, indicó.
LA LIBERTAD DE REUNIÓN, EN PELIGRO
Según Colau, la respuesta del Estado ha sido “primero ignorar y después estigmatizar y criminalizar a los ciudadanos que se movilizan”.
La misma idea expresó el director de Amnistía Internacional en España, Esteban Beltrán, para quien las acusaciones de filoetarras y las comparaciones con el nazismo suponen ”un intento de deslegitimación y de desprestigio hacia colectivos que defienden los derechos humanos”.
Además, aseguró estar “muy preocupado” ante la aplicación de una distancia de seguridad a fin de evitar la proximidad de los escraches a domicilios particulares. “Si se aplica de forma generalizada y a priori, supone una vulneración del derecho de reunión y manifestación”, afirmó.
Beltrán mantuvo que “manifestarse ante la casa de alguien no vulnera los derechos humanos”, puesto que “si no molestan, qué sentido tienen las manifestaciones”.
Algo distinto sería si se mantuvieran durante 24 horas o no fuesen pacíficas, admitió, pero impedir los escraches a priori sin duda “atenta contra la libertad”, concluyó.

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