El director de Innovación y Tecnología, Frank Rogalia, ha calificado de revolucionario este proyecto, del que ha afirmado que "si logramos el resultado que queremos, esto es una revolución porque el agua residual va a producir energía y agua que puede reutilizarse, y todo de una manera sostenible sin que haya daño al medio ambiente".
La depuración de aguas es un método que existe desde hace 100 años, y "tenemos que ir paso a paso porque es una revolución, la gente se fija en lo que ha hecho durante 100 años, no entienden cómo algo que hoy les cuesta, va a aportar algo positivo mañana". A pesar de ello, ha destacado que "el objetivo es recuperar energía, producir un residuo de alto valor y reducir el mal olor y el ruido actuales", ha explicado Rogalia.
Aunque en la actualidad, la cantidad de agua con la que se está llevando a cabo el proyecto es aún escasa, se piensa que en un futuro todo el agua de Alcázar de San Juan podrá ser depurada a través de estas membranas y aplicando esta tecnología que aportaría un valor añadido a la localidad.
Este proyecto se está llevando a cabo gracias a financiación obtenida de la Unión Europea y en estrecha colaboración con la Universidad de Valencia y la Universidad Politécnica de Valencia.
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