Madrid, 6 sep.- La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, que a veces se olvida de la existencia de los micrófonos, ha dicho en tono informal que a los arquitectos "habría que matarlos", lo que ha generado el enfado de esos profesionales, que la han forzado a disculparse.
Esta mañana, en una llamada al Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM) y posteriormente en el Consejo de Gobierno de la Comunidad, Aguirre ha ofrecido disculpas y ha reconocido arrepentimiento por unas opiniones que expresó el 29 de agosto pasado mientras visitaba la localidad madrileña de Valdemaqueda.
Ese día, cuando acudía a interesarse por el incendio de la Sierra Oeste madrileña, Aguirre observó la sede del ayuntamiento local y dijo -sin saber que una cámara de vídeo le grababa- que no había visto "nada más feo" y que "habría que matar a los arquitectos", profesionales que le caen mal porque "sus crímenes perduran más allá de su propia vida".
La grabación, divulgada en la noche del miércoles en un programa de la cadena de televisión "La Sexta", ha generado de inmediato la indignación de los arquitectos, que esta misma mañana han convocado una rueda de prensa "urgente" para afear los comentarios de la presidenta Aguirre.
Son unos comentarios "intolerables y desafortunados" y una "falta de respeto inadmisible", ha dicho el decano del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM), José Antonio Granero, poco antes de que la propia Aguirre, al comienzo del Consejo de Gobierno, se disculpase con los arquitectos y con "todas las personas e instituciones que se hayan podido sentir molestas".
La presidenta ha dicho que se trataba de una conversación privada pero ha admitido que lo que dijo fue "absolutamente lamentable".
"Pido disculpas, lo retiro y me siento, la verdad, muy mal por haber hecho estos comentarios". Y ha agregado: "No sé qué otra cosa se puede decir".
El decano de los arquitectos ha asegurado que espera que el arrepentimiento de Aguirre "no sea superficial y que ese sentimiento de falta de aprecio (por la arquitectura) consigamos cambiarlo".
"El mensaje que le he transmitido (a la presidenta) es que es importante que conozca el trabajo de los arquitectos, porque estoy seguro de que (sus comentarios) han sido fruto del desconocimiento", ha dicho Granero.
En la misma jornada y lugar donde se refirió a la supuesta fealdad del Ayuntamiento de Valdemaqueda, Aguirre también fue "pillada" por los micrófonos y objetivos de las cámaras cuando recriminaba a sus colaboradores por la presencia de periodistas en el lugar.
La presidenta estaba en el lugar después de acudir por sorpresa y sin previo aviso a los medios de comunicación, anticipándose a una visita sí anunciada para las siguientes horas por su principal opositor en la Comunidad, el líder socialista madrileño, Tomás Gómez.
En su periplo por Valdemaqueda, y con el mismo tono informal, llegó a calificar de "muy burro" al alcalde Robledo de Chavela, que estaba a su lado.
Los micrófonos ya le han jugado otras a Aguirre, como cuando dijo en julio de 2011 que su Gobierno no tenía "ni un puto duro" o en enero de 2010 cuando llamaba "hijoputa" al expresidente de la Comisión de Control de Caja Madrid Fernando Serrano, a quien después envió una carta de disculpa.
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