AI califica de "inhumana" la condena de una disidente china de Tiananmen

Pekín, 10 sep.- La organización de derechos humanos Amnistía Internacional (AI) calificó hoy de "inhumana" la sentencia a 9 meses de cárcel contra la disidente de Tiananmen Wang Lihong, de 55 años, víctima de una de las campañas más represivas que el régimen autoritario de Pekín lleva a cabo en las últimas décadas.

Otra organización humanitaria, Human Rights in China (HRIC), difundió hoy declaraciones de los familiares de Wang que aseguran que China ha vuelto a mancillar su propia imagen internacional con la condena de la disidente por "provocar disturbios".

Wang fue detenida en marzo, al igual que otros centenares de disidentes, tras producirse llamadas anónimas en internet a manifestarse por una "Revolución Jazmín", inspirada por las protestas del norte de África y Oriente Medio conocidas por la "Primavera Árabe".

Entre los disidentes, intelectuales, abogados o artistas arrestados, a pesar de no tener conexión aparente con las convocatorias, está el famoso creador contemporáneo Ai Weiwei, detenido durante tres meses supuestamente sin mediar una orden oficial ni acusación formal.

Otros disidentes permanecen detenidos o bajo "vigilancia residencial", como el escritor Ran Yunfei, acusado de "incitar a la subversión contra el Estado", el activista Hua Chunhui, que ha sido enviado a un campo de reeducación laboral, y los disidentes Ding Mao, Chen Wei o Liang Haiyi, según las ONG.

"Este injusto veredicto es el último ejemplo del celo de China por encausar a cualquiera que se atreva a desafiar los duros controles del régimen y a apoyar de manera pública a activistas de derechos humanos", señaló Sam Zarifi, director para Asia Pacífico de AI.

Según este grupo, que cita a los abogados de la activista, el juicio y la sentencia contra Wang fueron "una farsa", y alegan que la condenada lleva años trabajando de forma pacífica en favor de los derechos humanos, por lo que debería ser "elogiada, no encarcelada".

AI recuerda que Wang Lihong sufre además de dolores crónicos de espalda y que su salud se ha deteriorado durante los cinco meses de detención que ha sufrido.

El hijo de Wang, Qi Jianxiang, señaló a HRIC que la vista de sentencia duró menos de diez minutos: "Mi madre entró en el tribunal esposada, su expresión era muy calmada. Cuando el juez leyó la sentencia, ella se declaró inocente y anunció que apelaría".

Qi agregó que la sentencia es "una pérdida de honor para China" internacionalmente, y demuestra que la sociedad china no permite a su gente hacer buenas acciones.

Numerosos seguidores de la disidente, en presencia de diplomáticos y periodistas, se personaron ayer en el juzgado pequinés para expresar su apoyo a Wang, aunque sólo sus abogados y familiares pudieron acceder a la sala.