AI cuestiona la aptitud de la Policía keniana de cara a los comicios de marzo

  • La ONG de defensa de los derechos humanos Amnistía Internacional (AI) criticó hoy la preparación de la Policía de Kenia de cara a las delicadas elecciones previstas para marzo, las primeras tras la oleada de violencia postelectoral de 2007 y 2008 que se cobró unas 1.300 vidas.

Nairobi, 30 ene.- La ONG de defensa de los derechos humanos Amnistía Internacional (AI) criticó hoy la preparación de la Policía de Kenia de cara a las delicadas elecciones previstas para marzo, las primeras tras la oleada de violencia postelectoral de 2007 y 2008 que se cobró unas 1.300 vidas.

En su informe "La Reforma de la Policía en Kenia: Una gota en el océano", AI mostró que los retrasos en las modificaciones del cuerpo "significan que muchas de las mismas estructuras policiales desplegadas durante la violencia postelectoral serán responsables de la seguridad en las votaciones del 4 de marzo".

"A cinco semanas de las elecciones, las autoridades kenianas deben mostrar voluntad política y tomar medidas urgentes para prevenir abusos de derechos humanos durante el periodo electoral", afirmó la subdirectora de Programas para África de AI, Sarah Jackson.

"Si toma medidas antes de las elecciones de marzo de 2013 y prioriza el desarrollo de la reforma una vez que las votaciones hayan terminado, el Gobierno de Kenia puede acabar por fin con la inmunidad de la que la Policía ha gozado demasiado tiempo", agregó Jackson.

El informe de AI muestra "continuas violaciones de derechos humanos por parte de la Policía, a pesar de la reforma que se está produciendo, e incluyen detenciones arbitrarias y malos tratos".

Además, el documento subraya que no se han hecho los esfuerzos necesarios para que los individuos responsables de esos abusos rindan cuentas.

En este sentido, AI urgió a la Comisión de Servicio de la Policía Nacional "a publicar un código de conducta durante el periodo electoral" y a asegurar que los responsables policiales reciben una formación adecuada antes de las votaciones que incluya limitaciones al uso de la fuerza, tácticas de no violencia y mediación.

Está previsto que el próximo 4 de marzo Kenia celebre elecciones presidenciales, parlamentarias, senatoriales, a gobernador regional, y para elegir a los representantes locales, con un apartado específico para mujeres.

Los principales candidatos presidenciales son el actual primer ministro, Raila Odinga, del Movimiento Democrático Naranja, y el viceprimer ministro y exministro de Finanzas, Uhuru Kenyatta, líder de La Alianza Nacional.

Kenyatta, y su aliado político, el diputado y exministro de Educación Superior William Ruto, están imputados por la Corte Penal Internacional (CPI) por cargos que incluyen crímenes contra la humanidad durante la violencia postelectoral de los pasados comicios.

En Kenia, existe un amplio debate sobre si Kenyatta (hijo del primer presidente del país, Jomo Kenyatta) y Ruto deberían concurrir a los comicios, ya que el capítulo 6 -"Liderazgo e Integridad"- de la Constitución (2010), demanda a los candidatos "responsabilidad pública por las decisiones y acciones (efectuadas)".

No obstante, Kenyatta cuenta con gran respaldo entre el electorado keniano y, de hecho, las encuestas de intención de voto publicadas hasta el momento le conceden un ajustado segundo lugar, por detrás de Odinga.

Tras las elecciones de diciembre de 2007, Kenia asistió a una oleada de violencia postelectoral que se extendió durante los dos primeros meses de 2008, y dejó unos 1.300 muertos y unos 300.000 desplazados.

Estos sucesos se produjeron principalmente entre los partidarios del presidente, Mwai Kibaki -de la tibu mayoritaria, kikuyu, a la que pertenecen alrededor del 20 por ciento de la población-, y que se proclamó vencedor de los comicios, y Odinga, que reclamó para sí la victoria.

La violencia postelectoral, salpicada de tintes tribalistas, se frenó con la firma de un acuerdo el 28 de febrero de 2008 que daría lugar a la creación, en abril de ese año, de un Gobierno de unidad nacional en el que a Odinga -de la tribu lúo- ocupó el cargo de primer ministro, mientras que Kibaki mantuvo la Presidencia.

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