Aifon prueba

La Edad Media está a la vuelta de la esquina. Un paseo por las principales librerías de tu ciudad basta para retroceder hasta los tiempos más oscuros del curanderismo y la superstición. Para comprobarlo nos desplazamos a dos de las librerías más grandes de Madrid, la Casa del Libro de Gran Vía y la FNAC de la plaza de Callao, y revisamos los títulos que venden bajo el epígrafe de "Salud", "Medicina" y "Medicina alternativa".

Sin necesidad de rebuscar mucho, y entre atlas de anatomía y guías médicas, aparecen las más curiosas compilaciones de remedios caseros y supuestamente curativos. "Terapia de polaridad", "La cuna interior", "El toque sanador", "Cuarzos maestros"... Los autores de estos libros parecen capaces de detectar la enfermedad por cualquier medio, ya sea tomándote las pulsaciones ("Diagnóstico por el pulso") o mirándote a los ojos ("Terapia de iridología") y encuentran el poder curativo en casi cualquier cosa ("La curación por el ayuno", "Curarse con agua", "El poder curativo de la plata coloidal", "El método del limón"...). Cualquier cosa, claro, menos las que recomiendan los miembros de "La Mafia Médica" (Vesica Piscis, 2002).

"Lo considero completamente aberrante", nos comenta Miguel García Alarilla, vicepresidente del Colegio de Médicos de Madrid, por teléfono. "Estafadores como estos deberían estar perseguidos incluso por las autoridades sanitarias". "El ser humano es así", explica el médico Alberto López Rocha. "Al fin y al cabo, cuando no encuentra una solución a sus enfermedades, se deja guiar por todas estas cosas".

Entre la marabunta de soluciones mágicas nos topamos con otros ejemplos. "La curación instantánea", de Serge Kahili, anuncia resultados inmediatos bajo el subtítulo de "Chamanismo hawaiano".

"La próxima vez que te pilles el dedo al cerrar una puerta o un cajón, ¿qué te parecería poder curarlo tú mismo en menos de cinco minutos, sin dolor y sin que quede ningún hematoma? ¿Y qué te parecería curar una quemadura de la misma forma, o librarte de un resfriado en menos de media hora?"

Un poco más allá, Robert Gerard, autor de "Cambia tu ADN, cambia tu vida" parece haber alcanzado un logro al que ni se acercan los más avanzados laboratorios del mundo y eso que, según la biografía, el tipo es ingeniero de Caminos:

"La técnica de Activación del ADN está cambiando favorablemente la vida de miles de personas... Una vez entendido esto, los misterios de la vida se revelan. Actívate a ti mismo, reconoce tu ser divino".

"La única forma posible de cambiar el ADN es irse a trabajar a Chernóbil", asegura con sorna el doctor Julián Palacios a lainformacion.com. "¿Y cómo va a cambiar el ADN el bienestar mental y espiritual? ¿Cómo pretende cambiar el ADN de todas las células al mismo tiempo y del mismo modo? Sería como querer modificar de golpe la página 55 de todos los libros publicados en el mundo...".

Respecto a la cura instantánea, Palacios asegura que "no hay ninguna forma milagrosa de limpiar los virus y reponer las células muertas en un resfriado, o quitar la sangre del hematoma que empapa el tejido conectivo, salvo esperar a que el organismo lo vaya haciendo a su ritmo".

Puestos a sustituir la medicina oficial, los autores de este circuito esotérico venden hasta un "Botiquín de primeros auxilios con piedras curativas" que...

"...incluye un diccionario de las piedras más comunes y su aplicación terapeútica y cuáles son las fundamentales para disponer de un pequeño botiquín casero y eficaz".

Abrimos por el índice y encontramos que hay piedras para curar la presión arterial, problemas cardíacos, de audición, esguince, glaucoma, problemas de tiroides y... las "preocupaciones financieras" (¡!).

"Vamos a ser todos un poco sensatos", asegura el doctor López Rocha, "una piedra no te va a curar una apendicitis, y si tienes una piedra y te la pones encima no te va a cortar la hemorragia". "Una piedra puesta sobre la piel", insiste Julián Palacios, "no va a curar una herida, abrir un bronquio obstruido en un asmático o sujetar un hueso roto".

Entre los libros de este tipo más vendidos este año, según nos confirman en FNAC, está "La limpieza hepática y de la vesícula", de Andreas Moritz, en el que el autor explica cómo expulsar las piedras de la vesícula en tu propia casa:

"El libro propone una lúcida explicación de las causas de los cálculos biliares en el hígado y la vesícula... Ofrece al lector los conocimientos necesarios para reconocer las piedras, y da las instrucciones hágalo-usted-mismo necesarias para expulsarlas en la comodidad de su casa y sin dolor alguno".

"Este tipo de libros", asegura la doctora Maite Fábregas, autora del blog Mondo Médico, "son un material peligroso porque no tienen detrás estudios serios, rigurosos, reproducibles y exactos que sustenten esas afirmaciones. Estas recomendaciones que dan pueden provocar el avance de la enfermedad por no ponerse el tratamiento (curativo o paliativo) adecuado y, además, causar desajustes en el organismo como la famosa limpieza de Moritz".

"Los defensores de la limpieza de Moritz defienden un método que consiste en la ingesta en grandes cantidades de zumos y de forma casi ritual de sales de Epsom (sulfato de magnesio), que es un gran laxante osmótico". El lector que siga la dieta, por tanto, acabará con una gran diarrea y pensará que ha expulsado las piedras, pero de eso no hay nada demostrado. "Ojalá ese método fuera efectivo de verdad", añade la doctora, "ahorraría las incomodidades de las litotricias y la cirugía y ahorraría mucho dinero en fármacos para controlar el dolor y malestar que causa una inflamación de la vesícula llena de cálculos".

Muy cerca, en otra estantería, encontramos otro libro del mismo autor, en el que se atreve a ir todavía más lejos. En la contraportada de "El cáncer no es una enfermedad" se dicen cosas como éstas:

"Este libro anima al lector a que se enfrente a una concepción totalmente nueva del cáncer, la cual deja obsoleta a la actual. ... Andreas Moritz muestra por qué los tratamientos contra el cáncer pueden ser fatales, qué es lo que realmente causa el cáncer y cómo eliminar los obstáculos que impiden que el cuerpo se cure por sí mismo. El cáncer no es un atentado contra la vida; al contrario, el cáncer es el intento por salvarla."

"Debemos advertir a los lectores", asegura el vicepresidente del Colegio de Médicos de Madrid, el doctor García Alarilla, " de que no se ponga en manos de estos embaucadores, porque cuesta mucho dinero y mucho trabajo investigar toda la patología tumoral y el tratamiento de quimioterapia como para creer a esta gente".

"Se aprovechan de la bondad de la gente", asegura el doctor López Rocha. "Estas recomendaciones de los charlatanes dan unas expectativas a personas que a lo mejor la ciencia les ha dicho que están en un proceso incurable, pero les puede causar un perjuicio y provocar que la enfermedad evolucione más rápidamente".

¿Se puede hacer algo contra la publicación de estos libros? Del ministerio de Sanidad ni se molestan en respondernos, el Colegio de Médicos nos cuenta que en varias ocasiones han acudido a la consejería de Sanidad y al propio ministerio y que la legalidad les ampara plenamente. "Lo que hacemos desde el colegio, afirma su vicepresidente, "es prestar toda la información necesaria para emprender acciones legales cuando hay una denuncia individual". "Como la administración no puede actuar", apostilla López Ercilla, "la única posibilidad es que el público esté lo más informado posible y que estos libros se vendan cada vez menos". "Si la charlatanería deja de ser rentable", añade, "las editoriales dejarán de publicarla".

Ilustración: Raúl Arias.