Al Nahda insiste en formar un gobierno político ante 15.000 seguidores

  • Al menos 15.000 integrantes y simpatizantes del partido gubernamental islamista Al Nahda participaron en la manifestación de apoyo a la legalidad electoral y a la unidad nacional que fue convocada hoy en el centro de la capital y que se desarrolló de forma pacífica.

Miguel Albarracín

Túnez, 16 feb.- Al menos 15.000 integrantes y simpatizantes del partido gubernamental islamista Al Nahda participaron en la manifestación de apoyo a la legalidad electoral y a la unidad nacional que fue convocada hoy en el centro de la capital y que se desarrolló de forma pacífica.

Los miles de manifestantes llegaron de forma progresiva desde todas las regiones del país y de todos los barrios de la capital y se instalaron en la avenida de Habib Bourguiba en espera de los discursos de los dirigentes del partido islamista.

En su discurso, el miembro del comité ejecutivo, Amor Laridi, apeló a los presentes a bajar las banderas del partido y a enarbolar sólo la insignia nacional para que "todo el país se una bajo una sola bandera" tras insistir en que Al Nahda "propone unidad".

Laridi añadió que su partido "tiende la mano a todos los tunecinos para compartir los objetivos de la revolución de dignidad, trabajo y libertad", en busca de una unión nacional que "está por encima de la legitimidad electoral.

Otro dirigente, Habib el Luz, también representante del ala más conservadora de Al Nahda, insistió asimismo en apelar a la unidad nacional afirmando que "colaboraremos con todo aquel (partido) que quiera, salvo con los contrarrevolucionarios" en referencia al partido "Nidá.Tunis", del ex primer ministro transitorio Beyi Caid Essebsi.

"También decimos no a los que dicen que el Islám es una religión de integristas subdesarrollados", precisó el orador.

El Luz expresó que Al Nahda "defiende una sociedad civil unida, pero enmarcada en un proyecto islamista" debido a que "no entra en contradicción con la civil", según afirmó.

En apoyo al gobierno actual "que toma la legitimidad de las elecciones", el dirigente preguntó a los asistentes si quieren un gobierno formado por tecnócratas, a lo que miles de personas respondieron con un sonoro "no": "El pueblo quiere un gobierno islamista" y "el pueblo quiere una revolución islámica".

Ambos oradores apelaron a los medios de comunicación a "hacer prueba de profesionalidad y neutralidad" en la transmisión de "la realidad de este día", que calificaron de "glorioso".

Por su parte, el presidente de Al Nahda, Rachid Ganuchim, apeló a la formación de un "gobierno de unidad nacional abierto a todos más allá del tripartito actual (Troika)" y que "no sea un gobierno de tecnócratas, los cuales están aquí para gestionar y no para gobernar".

"Un gobierno de tecnócratas será débil, sin apoyo e indefendible", agrego el líder islamista en su discurso.

Ganuchi defendió también el que la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) adopte la Ley para la Protección de la Revolución con el objetivo de contrarrestar a "aquellos sectores que quieren re instaurar una dictadura" los mismos sectores que "apelan a un gobierno de tecnócratas".

El proyecto de Ley para la Protección de la Revolución estipula prohibir de participar en elecciones a toda persona que ocupó cargos en el partido o en el régimen del ex presidente Zín el Abidín Ben Alí.

Al menos 60.000 personas pueden verse incapacitadas para ejercer sus derechos políticos en caso de que la ley pase por el parlamento.

Los discursos de los líderes de Al Nahda fueron interrumpidos de forma sucesiva por consignas contra el partido "Nida.Tunis" o llamando a la "aplicación de la Sharía" o ley islámica.

Numerosos grupos de manifestantes rezaron sobre el asfalto de la principal avenida del país mientras otros grupos entonaban recitaciones coránicas.

En esta segunda manifestación que Al Nahda ha convocado en un semana participaron también militantes del partido gubernamental Congreso Por la república (CPR), del islamista Justicia y Desarrollo junto a otros de línea rigorista musulmana como el Partido de Liberación Islámico (PLI) y otros islamistas.

Estas demostraciones de la capacidad de movilización se iniciaron tras el entierro del líder de izquierda asesinado la pasada semana, Chukri Bel Aid, ceremonia que movilizó cerca de 1.400.000 ciudadanos en todo el país.

Coinciden además con una profunda crisis política en el país puesta de manifiesto por la tardanza del primer ministro, Hamadi Yabali, en formalizar un "gobierno de tecnócratas" tras afirmar que dimitiría en caso de no encontrar apoyo y consenso.

La dimisión de Yabali fue postergada por él mismo ayer noche al término de una reunión de los principales líderes políticos que debe continuar el próximo lunes 18 con el objetivo de acercar posturas para un nuevo gobierno.

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