Alberto Garre, el presidente que nunca entró en la terna

  • Alberto Garre, el quinto presidente del Gobierno murciano desde mañana, era hasta mediados de marzo el discreto vicepresidente del legislativo autonómico, un abogado de 62 años, portavoz parlamentario del PP en las dos primeras legislaturas de Ramón Luis Valcárcel, que había regresado en esta última a la política regional tras su paso por el Congreso.

Celia Cantero

Murcia, 7 abr.- Alberto Garre, el quinto presidente del Gobierno murciano desde mañana, era hasta mediados de marzo el discreto vicepresidente del legislativo autonómico, un abogado de 62 años, portavoz parlamentario del PP en las dos primeras legislaturas de Ramón Luis Valcárcel, que había regresado en esta última a la política regional tras su paso por el Congreso.

Precisamente en el Congreso de los Diputados, en octubre de 2008, Alberto Garre y su compañero de grupo Arsenio Pacheco, también diputado por Murcia, acapararon portadas por romper la disciplina de voto del PP y votar en contra de la toma en consideración de la reforma del Estatuto de Castilla-La Mancha por "conciencia y coherencia" con su postura en defensa del trasvase Tajo-Segura.

Pese a llevar más de treinta años dedicado a la política, en la que entró animado por su esposa, según dice, Alberto Garre era citado sobre todo como el hombre que se había plantado en su partido para reivindicar la supervivencia del trasvase, y como un portavoz minucioso, autor de largos y manuscritos discursos.

Hace menos de un mes, Alberto Garre fue de nuevo la gran sorpresa en Murcia al conocerse que Valcárcel iba a proponer su nombre a la directiva regional del PP para sucederle en la presidencia del Ejecutivo murciano.

De talante más bien serio, hombre muy trabajador y persona fiel a sus colaboradores, según destacan en su círculo, el quinto presidente murciano nunca había ambicionado esa posibilidad ni entrado jamás en las ternas "políticoperiodísticas" para suceder a Valcárcel casi 20 años después de la llegada de éste al Palacio de San Esteban.

Tras la sorpresa, los primeros gestos de un hombre que ha proclamado trabajo y "menos moqueta" para los miembros de su futuro gabinete, en el que habrá bastantes cambios de caras y carteras, según va trascendiendo, y a quienes pide pocas fotos y mucho ahínco para solucionar los problemas de esta región, especialmente en materia de empleo.

En sus primeras declaraciones como "presidenciable", Alberto Garre contó a los periodistas que es padre de un joven desempleado y de una criminóloga con contrato a media jornada, por lo que dice que conoce "al dedillo" los estragos de la crisis.

En el mes escaso de protagonismo, Alberto Garre ha contestado o devuelto todas las llamadas de los periodistas interesados en conocer a los miembros de su futuro equipo, aunque siempre ha invocado al respeto a los tiempos porque hasta hoy, decía, era un "diputado raso".

Este diputado "sin galones" fue la gran sorpresa cuando abandonaron la carrera sucesoria, por este orden temporal, el vicepresidente en funciones Juan Bernal -por voluntad propia- y, después, por una investigación judicial contra él el hasta ahora consejero de Educación y Empleo Pedro Antonio Sánchez.

El tercero en la terna era el portavoz parlamentario, Juan Carlos Ruiz, quien según Valcárcel no contó con apoyos suficientes en la ronda de contactos que entabló en el PP.

Ahora, Garre parece que cuenta con Pedro Antonio Sánchez y Juan Carlos Ruiz para gobernar Murcia hasta mayo de 2015, y la gran incógnita está en saber si Garre será un presidente en transición hasta que llegue el momento de cualquiera de los otros dos o si -como dijo- se plantea algo más en el horizonte electoral.

También se ha escrito estos días sobre su cierto parecido físico con el James Bond de Sean Connery y sobre su disciplinado carácter deportivo, puesto que da todos los días largos paseos.

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