Amnistía internacional solicita a marruecos que ponga fin a las torturas


Amnistía Internacional presentó hoy 40.000 firmas en la embajada de Marruecos para denunciar la situación de Ali Aarrass detenido por España en 2008 y extraditado al país alauita dos años después, a pesar de que el Comité de Derechos Humanos de la ONU advirtió de que existía el riesgo de torturas y un juicio sin garantías.
La organización, con motivo del día internacional de apoyo a víctimas de torturas, se concentró frente a la embajada marroquí en Madrid para denunciar las torturas en el mundo y protestó, en concreto, por el caso del ciudadano belga-marroquí Ali Aarrass.
Amnistía Internacional lanzó el pasado 13 de mayo una campaña global de dos años de duración con el lema ‘StopTortura’ para denunciar un castigo “cruel e inhumano” que sigue vigente en muchos países donde constituye una práctica “habitual y sistemática” que los gobiernos coinciden en “ocultar y mantener en secreto”. A este respecto, en los últimos cincos años la organización denuncia que ha documentado casos de tortura y malos tratos en 141 países.
En el caso de Arrass, Amnistía Internacional afirma que recibió en cárceles de Marruecos descargas eléctricas en los testículos, golpes en los pies y estuvo colgado de las muñecas durante horas. Asimismo, la organización recoge que otros presos mostraron su conmoción tras ver las marcas de las torturas.
Las autoridades marroquíes condenaron a Arrass en 2011 a 12 años de prisión y según el detenido su declaración de colaboración con grupos terroristas fue consecuencia de las constantes torturas en los interrogatorios. Esta organización denuncia que hasta la fecha Marruecos no han investigado adecuadamente las múltiples quejas de tortura que han formulado su familia y sus abogados.
MECANISMOS DE PROTECCIÓN
Amnistía Internacional solicita a los gobiernos que implanten mecanismos de protección para prevenir y castigar la tortura, como exámenes médicos adecuados, el acceso rápido a los abogados, controles independientes de los centros de detención, investigaciones independientes y efectivas de las denuncias de tortura, el enjuiciamiento de los presuntos autores y una reparación adecuada a las víctimas.
Además señala que todas las víctimas de tortura y malos tratos, tanto las personas que sobreviven a la tortura como las familias de quienes han muerto a consecuencia de ella, tienen derecho a indemnización, rehabilitación, justicia y otras formas de reparación.
CASO DE ESPAÑA
Desde que España ratificó en 1987 la Convención contra la Tortura, Amnistía Internacional señala que ha recibido denuncias sobre casos de tortura y malos tratos por parte de los cuerpos y fuerzas de seguridad.
Además critica que, en las últimas reformas del Código Penal, los sucesivos gobiernos no han tipificado correctamente la tortura adecuando su definición a lo que marca la Convención, por ejemplo, incluyendo la violación sexual bajo custodia como forma de tortura.
Amnistía Internacional también denuncia que España extradita a personas a países donde existe el peligro de que sean torturadas, como en el caso mencionado de Ali Aarrass. El kazajo Aleksandr Pavlov, encarcelado en España y reclamado por su país, está en peligro inminente de sufrir el mismo destino, si no prospera el recurso sobre su solicitud de asilo presentado en la Audiencia Nacional. Una extradición que ya ha sido aprobada por el Consejo de Ministros.
Asimismo, recuerda que la Audiencia Nacional negó hace un mes la extradición del exinspector de policía, Juan Antonio González, 'Billy el Niño' y el excapitán de la Guardia Civil Jesús Muñecas, reclamados por la justicia argentina por su presunta implicación en casos de tortura durante el franquismo, alegando que los delitos ya han “prescrito” cuanto las normas internacionales indican claramente que los delitos de tortura son imprescriptibles.

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