(AMPLIACIÓN) INVESTIDURA. RIVERA PIDE AL PP “CORAJE Y VALENTÍA” PARA SUMARSE A UNAS REFORMAS QUE RAJOY NO PUEDE LIDERAR

- Da por hecho que Rajoy tendrá que volver a decir “no” al Rey, porque seguirá teniendo “los mismos escaños” . El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, pidió este miércoles “coraje y valentía” al PP para sumarse a las reformas que España necesita para seguir unida, superar la crisis y reforzarse de cara al futuro, asumiendo que Mariano Rajoy “no puede liderar” esa nueva etapa.
Rivera comenzó su intervención en el debate de investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno remontándose a la transición y elogiando a quienes la hicieron posible a pesar de sus antagónicas procedencias e ideologías.
Con esa premisa, y justo después de los ‘cara a cara’ de Sánchez con Rajoy y con Pablo Iglesias, se dirigió a todos diputados para alertar de que tienen que “rehacer el proyecto común español” y tienen que hacerlo juntos “por mucho que se griten entre ustedes y por mucho que se pierdan el respeto”.
Reiteró que tras el resultado de las elecciones Ciudadanos tenía dos opciones: o quedarse en un rincón diciendo “peléense ustedes” y “comiendo palomitas desde la tribuna” o intentar contribuir a solucionar los problemas, y para ello decidió buscar los puntos de unión y no de discrepancia con el candidato que aceptó el ofrecimiento del Rey para intentar formar Gobierno.
Con esa voluntad se declaró dispuesto a hablar sobre propuestas pero no a centrar la discusión en “quién es el presidente o el ministro del turno” porque lo que le importan son España y las reformas. “Dejen de pelearse por las sillas y peleen por los españoles”, espetó, porque los ciudadanos son “sus principales accionistas”.
Rivera centró buena parte de su discurso en desgranar algunas de las medidas contenidas en el acuerdo suscrito con el PSOE, por ejemplo para “no machacar con más impuestos” a la clase media o para introducir la “revolución absoluta” que implica no asumir el fraude fiscal sino combatirlo.
En ese contexto, y en respuesta a Pablo Iglesias, respondió que Luis Garicano, un economista “de prestigio” que procede de la London School of Economics, le parece “mejor para llevar la economía que el señor Monedero”.
Mencionó el acuerdo para acabar con los aforamientos, limitar el mandato del presidente del Gobierno o regular las primarias para la elección de candidatos, pero no mencionó la supresión de las diputaciones, uno de los puntos que más reticencias generó en el PSOE y que en su primera intervención tampoco mencionó Sánchez el día anterior.
Ese acuerdo incluye una reforma de la Constitución, y al desgranarla Rivera dijo a Iglesias que el artículo 1, en el que se establece la igualdad de todos los españoles y que “todos decidimos” sobre el futuro, “no es papel mojado”. Se mostró convencido de que Podemos y sus confluencias quieren un referéndum para que determinados territorios “dejaran de ser parte de España”, pero “no lo vamos a permitir”.
"ARREGLAR ESPAÑA, NO ROMPERLA"
Se dirigió también al PP para dejar claro que el inmovilismo tampoco es una solución y que la Constitución tiene que ser “actualizada”, y preguntó abiertamente si ese partido quiere hacer “como en el 78”.
“No se queden ustedes, como algunos miembros de Alianza Popular, al margen de la centralidad política”, les dijo, al tiempo que garantizó que la reforma persigue “arreglar España, no romperla”.
Dicho eso, Rivera expresó en catalán su orgullo por hablar desde la tribuna del Congreso para reafirmar su compromiso de “reformar España” y su convicción de que los catalanes “nunca dejaremos de participar en este proyecto común”. Sus palabras fueron respondidas con un “Visca Catalunya Lliure” desde el hemiciclo, que él replicó con un “Libre de corrupción”. Dijo a continuación que está dispuesto al diálogo pero no al “chantaje”, a la reforma de la Constitución pero “declaración de independencia, nunca”.
Rivera se dirigió después expresamente a Rajoy para reconocer que ha hecho cosas “bien” pero otras no, y le afeó que haya permitido el aforamiento de Rita Barberá en el Senado. Después le recordó que declinó el ofrecimiento del Rey y le criticó no haber hecho reformas necesarias a pesar de su mayoría absoluta, al tiempo que ahora “desprecia” las que Ciudadanos considera imprescindibles.
La nueva etapa política, le dijo, requiere “coraje, valentía, liderazgo y generosidad”, y la trayectoria y la actitud de Rajoy demuestran que pertenece a “otro tiempo”. “No es tiempo de decirle 'no' al Rey, no es tiempo de pereza ni de pasar palabra”, le dijo. Se dirigió después a los dirigentes y militantes del PP para pedirles “coraje y valentía” e invitarles a sumarse para “arreglar España”.
A Iglesias le preguntó si su indignación en la tribuna obedece a que no ha podido “asaltar el poder” y si entregaría el Ministerio del Interior a Arnaldo Otegi, al que considera “gran héroe” y “hombre de paz”. “No quiero estar nunca en ese Gobierno”, añadió.
A unos y a otros les pidió “que nos dejen trabajar por España” y que abandonen una “pinza extraña” que los ciudadanos no entenderán.
Después se dirigió de nuevo a Rajoy para dar por hecho que tendrá que volver a decir “no” al Rey, porque tiene “los mismos escaños” que cuando declinó la primera vez, y para preguntarle si prefiere un Gobierno con Iglesias de vicepresidente y con un refereréndum separatista o uno constitucionalista.
En su segunda intervención reiteró la idea central sobre Rajoy al preguntar por qué tiene que creer que alguien a quien le ha dado “pereza” intentar formar Gobierno sin mayoría absoluta “va a ser valiente para reformar España de arriba a abajo”.
A quienes le gritaban “traidor” desde sus escaños les replicó que traición es lo que ellos hicieron con Jordi Pujol. "¿Alguien se cree que Rajoy puede ser el azote de la corrupción?", dijo después, justo antes de que el presidente en funciones entrara en el hemiciclo después de haber salido cuando él subía a la tribuna, y en una réplica centrada en responder al PP más que al candidato a la investidura.

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