Apelan a prisión preventiva de preso paraguayo detenido por matanza de 2012

  • La defensa de Rubén Villalba, uno de los cinco campesinos paraguayos procesados por la matanza que en 2012 causó el cese del entonces presidente, Fernando Lugo, presentó hoy una apelación a su vuelta a la prisión preventiva, que le había sido cambiada por arresto domiciliario tras 58 días de huelga de hambre.

Asunción, 16 abr.- La defensa de Rubén Villalba, uno de los cinco campesinos paraguayos procesados por la matanza que en 2012 causó el cese del entonces presidente, Fernando Lugo, presentó hoy una apelación a su vuelta a la prisión preventiva, que le había sido cambiada por arresto domiciliario tras 58 días de huelga de hambre.

La revocación del arresto domiciliario le fue comunicada a Villalba el martes, cuando se encontraba en la localidad de Curuguaty junto a los otros cuatro procesados, por el Juzgado de Garantías, que dictaminó su regreso a la prisión preventiva por un caso de ocupación ilegal de tierras en 2008.

La apelación, que fue presentada en un juzgado de Curuguaty, unos 250 kilómetros al este de Asunción, argumenta que los delitos por los que se acusa a Villalba están prescritos, según informa en un comunicado Articulación Curuguaty, grupo de apoyo a los procesados.

Villalba reingresó el martes en la cárcel de Tacumbú en base a su supuesta participación en una ocupación de tierras en "Pindo", próximo a Curuguaty y propiedad de un empresario brasileño.

La apelación, que también alega el estado de salud de Villalba tras la huelga de hambre, deberá ser contestada por la Cámara de Apelación en un plazo de tres días.

Villalba es uno de los cinco campesinos acusados de intento de homicidio por la muerte de seis policías en un choque ocurrido en 2012 durante un desalojo de tierras en Curuguaty.

En la tanza fallecieron también once campesinos, sin que haya imputados por este hecho.

Todos ellos iniciaron una huelga de hambre para exigir el paso de la prisión preventiva al arresto domiciliario.

El sábado levantaron la huelga después de que un tribunal aceptara sustituir la prisión preventiva por arresto domiciliario e iniciaron una etapa de alimentación gradual bajo supervisión médica.

El martes se dirigieron a Curuguaty, su lugar de residencia, en un microbús policial para cumplir la medida en sus casas hasta que de comienzo el juicio, previsto para el 26 de junio.

El mismo autobús fue el que condujo a Villalba de vuelta a Tacumbú tras conocer la revocación del arresto domiciliario en la comisaria de Curuguaty.

Articulación Curuguaty declaró que la medida es una clara "persecución política" contra Villalba, conocido por su trayectoria en la lucha por los derechos de los campesinos y considerado el líder moral de los huelguistas.

El martes también se cumplió un año y diez meses de la muerte de 17 personas en la matanza, que ocurrió en un enfrentamiento cuando la policía intentó desalojar a campesinos que habían ocupado una finca en Curuguaty que querían que formara parte de la reforma agraria.

Los sucesos llevaron a la destitución una semana después por parte del Congreso del entonces presidente, Fernando Lugo, tras un controvertido juicio político, y al nombramiento en su lugar de Federico Franco, del Partido Liberal.

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