Tomás Erick Ramón, de 25 años, podrá a partir de ahora llevar exclusivamente el apellido materno, Ortíz, y dejará de portar el de su abuelo, quien fuera condenado a prisión perpetua en Italia en 1998 como responsable de la masacre de las Fosas Ardeatinas (335 civiles, entre ellos 75 judíos), ocurrida en 1944.
La jueza de familia Marcela Trillini autorizó al joven a eliminar de su documento el apellido Priebke tras escuchar los padecimientos que sufrió, sobre todo en su etapa escolar, por llevar ese nombre.
"¿Para qué llevar un apellido que me hace mal, porque le hace mal a la gente?, no tiene sentido. Es una etiqueta que no tiene que ver conmigo", había dicho el joven al presentar el pedido en 2013, luego de la muerte de su abuelo a los 100 años en una prisión italiana.
En aquel momento explicó que buscaba "cortar con tanto dolor, darle un cierre a esta historia".
Tomás Ortíz vive en Bariloche, una ciudad turística al pie de la cordillera de los Andes, 1.800 km al suroeste de Buenos Aires, donde el exoficial nazi se refugió y vivió por unos 40 años hasta que en 1995 fue extraditado a Italia para ser condenado a prisión perpetua tres años después.
El joven es hijo de Jorge Priebke, a quien dejó de ver desde sus dos años de edad cuando su madre se separó, en cambio sí mantuvo contactos con el abuelo hasta su extradición a Italia, según contó a la prensa.
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