Arranca el espectáculo de la campaña electoral en Filipinas

  • Manila.- La campaña para las elecciones generales del próximo 10 de mayo en Filipinas arrancó hoy con el bullicio de los mítines y carteles de la decena de candidatos a suceder en la presidencia a Gloria Macapagal Arroyo.

Arranca el espectáculo de la campaña electoral en Filipinas
Arranca el espectáculo de la campaña electoral en Filipinas

Manila.- La campaña para las elecciones generales del próximo 10 de mayo en Filipinas arrancó hoy con el bullicio de los mítines y carteles de la decena de candidatos a suceder en la presidencia a Gloria Macapagal Arroyo.

Los aspirantes disponen de 90 días para convencer a unos 50 millones de filipinos de que son la mejor opción para reconducir al país hacia el desarrollo económico y aliviar la creciente pobreza.

Pero en una cultura política caracterizada por el fraude, la primera irregularidad es la presencia desde hace semanas en lugares públicos de anuncios de los candidatos felicitando la Navidad o San Valentín para sortear la prohibición de promocionarse antes de la campaña oficial regulada por la Comisión Electoral (Comelec).

Las apelotonadas calles y avenidas de Manila se han convertido en un escaparate de carteles electorales, colocados en vehículos de transporte público, edificios o incluso colgados de la maraña de cables del tendido eléctrico de los barrios más populares.

Siguiendo la estrategia de la "política espectáculo" que es la que impera en Filipinas, los anuncios se apoyan en el colorido y los eslóganes para atraer la atención de electores, la mayoría aburridos de escuchar programas electorales que no se cumplen.

La presidencia será para el candidato que logre enganchar a las masas con métodos efectistas como una canción pegadiza o el apoyo del mundo de la farándula.

El número más aplaudido de la primera jornada electoral fue el protagonizado por el senador y aspirante presidencial Richard Gordon, que inauguró su campaña esgrimiendo en su mano la espada con la que su bisabuelo combatió en la guerra de la independencia contra los colonizadores españoles.

Estos comicios serán los primeros en la historia del país con voto electrónico, aunque gran parte del electorado duda de que el sistema automatizado sea viable, y hasta la Comelec se prepara para un recuento manual en el 30 por ciento de los distritos.

A tres meses de la votación, los senadores Benigno "Noynoy" Aquino y Manny Villar están casi empatados en los sondeos y aventajan al depuesto ex gobernante Joseph Estrada, amnistiado tras ser condenado a cadena perpetua por saquear las arcas del Estado, y también al delfín de Arroyo, hasta hace poco ministro de Defensa, Gilberto Teodoro.

Villar ha ganado mucho terreno a Aquino en los sondeos, mientras los analistas opinan que Estrada guarda la llave del triunfo de uno u otro en función de si decide o no mantenerse en la carrera.

Estrada, un antiguo actor desalojado del poder en 2001 tras menos de tres años en el cargo, no tiene opciones reales de regresar al sillón presidencial, pero conserva su carisma entre los filipinos pobres, que son la inmensa mayoría y le perdonan sus excesos, pues le ven como el mismo tipo duro pero de buen corazón que interpretaba en las películas.

El veterano actor puede restarle apoyos a Villar, un político cuyo éxito en los negocios le ha convertido en uno de los más ricos de Filipinas, con un patrimonio estimado de 530 millones de dólares y por tanto, amplios fondos para gastar en su campaña, un aspecto sumamente importante cuando comience la habitual compra de votos.

Por su parte, Aquino es más joven y con un discreto bagaje como legislador, pero además de tener un apellido ilustre que simboliza la oposición a la dictadura de Ferdinand Marcos, es un rostro muy conocido a raíz del fallecimiento de su madre, homenajeada con decenas de actos ampliamente difundidos por la prensa.

"Noynoy" es hijo de la popular ex presidenta Corazón Aquino, fallecida el año pasado, y Benigno "Ninoy" Aquino, enemigo acérrimo de Marcos y cuyo asesinato en 1983 aceleró la caída del régimen.

Además de la jefatura del Estado, los filipinos eligen en mayo al vicepresidente, 12 de los 24 senadores y todo el Congreso, en el que la presidenta Arroyo pugnará por un escaño que le de inmunidad para evitar el peso de la justicia en el caso de que se le pidan cuentas por los escándalos de malversación ocurridos durante su mandato.

También están en liza casi 18.000 cargos provinciales, locales y municipales, cuya campaña empieza el 26 de marzo y se prolongará hasta el 8 de mayo, la jornada de reflexión previa a la llamada a las urnas.

Los anteriores procesos electorales han estado plagados de acusaciones de fraude, compra de votos y por la habitual violencia, sobre todo en la región del sur, donde una disputa entre bandos políticos es como un duelo de pistoleros.

Mostrar comentarios