Arranca en Túnez el diálogo nacional para sacar al país de la crisis

  • El Gobierno y las fuerzas de la oposición comenzaron hoy en Túnez un diálogo nacional cuya principal misión en normalizar la vida política para sacar al país de la crisis en la que lleva inmerso desde julio pasado.

Túnez, 5 oct.- El Gobierno y las fuerzas de la oposición comenzaron hoy en Túnez un diálogo nacional cuya principal misión en normalizar la vida política para sacar al país de la crisis en la que lleva inmerso desde julio pasado.

En una ceremonia encabezada por el jefe del Estado, Monsef Marzuki, y los presidentes del Gobierno, Ali Laridi, y de la Asamblea Nacional Constituyente (ANP), Mustafa Ben Yafar, se han dado cita los dirigentes de los principales grupos políticos.

"El pueblo está cansado y nervioso por las incertidumbres de la política, por lo que este diálogo llega en un buen momento, como paso importante para la normalización del país", dijo Laridi en la ceremonia de apertura, cuyo comienzo se demoró varias horas por un nuevo desacuerdo entre el Gobierno y la oposición.

Ante un centenar de miembros de partidos políticos y fuerzas de la sociedad civil, Laridi prometió que su partido, el gobernante islamista Al Nahda, no va a "decepcionar" a Túnez.

"Vamos a aceptar positivamente los acuerdos que se alcancen" en el diálogo, dijo Laridi antes de subrayar que no escatimará esfuerzos para lograr compromisos.

Durante el comienzo de las negociaciones directas, que han comenzado gracias a la mediación de la Unión General de Trabajadores Tunecinos (UGTT), la Patronal (UTICA), la Liga Tunecina de los Derechos Humanos (LTDH) y la Asociación de Magistrados, Marzuki quiso también lanzar un mensaje tranquilizador a la comunidad internacional.

"Los amigos de Túnez estarán orgullosos de la experiencia tunecina, porque sabrá dar un nuevo impulso a los compromisos de la 'Primavera Árabe'", dijo el jefe de Estado.

Por su parte, el líder de la UGTT, Husein Abasi, agradeció a los partidos implicados en el diálogo por "el impulso" dado a la transición que, según él, permitirá "la recuperación de la confianza en la política y el reequilibrio de la economía".

"La violencia, el terrorismo y la seguridad también se beneficiarán de este diálogo porque los tunecinos esperan una transición pacífica hacia los objetivos por los que lucharon: trabajo, libertad y dignidad", remarcó el dirigente sindical.

Tras la ceremonia inaugural está prevista la firma de un documento de compromiso, responsable del estallido de nuevas diferencias entre los líderes políticos a primera hora de la mañana.

El cuatripartito formado por la UGTT, UTICA, la LTDH y la Asociación de Magistrados velará por la buena marcha de los contactos directos entre los dirigentes de los tres partidos que forman el Ejecutivo (Al Nahda, el Congreso Por la República y el Takatol) con los principales grupos de la oposición, coaligados en el Frente de Salvación Nacional (FSN).

De acuerdo con la hoja de ruta presentada por estas organizaciones mediadoras, el primer ministro debe anunciar la disolución del Ejecutivo, que seguirá en funciones y atendiendo los asuntos corrientes del país mientras continúen las conversaciones, que se espera que desemboquen en un nuevo gobierno de consenso.

Dicho ejecutivo estará formado por tecnócratas y dirigido por una persona independiente.

Paralelamente a las conversaciones Gobierno-oposición, la Asamblea Nacional Constituyente deberá redactar, con la ayuda de una comisión de expertos, la nueva Carta Magna, la Ley Electoral y las bases para crear la comisión electoral que deberá fijar los nuevos comicios, previstos para la primavera de 2014.

El asesinato, el pasado 25 de julio, del diputado opositor Mohamed al Brahmi desembocó en esta nueva crisis política entre el Gobierno y la oposición, que ha puesto otra vez en peligro la frágil transición democrática en el país.

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