Así se desprende el balance delincuencial presentado este viernes por el director de los Servicios Territoriales de Interior en Girona, Albert Ballesta; el director general de los Mossos d'Esquadra, Albert Batlle, y el comisario jefe de la Región Policial de Girona, Josep Milan.
La tendencia de los robos con fuerza en domicilios es creciente desde 2009 en esta provincia, pese a que entre 2013 y 2015 se logró invertir la tendencia y reducir este tipo de delitos, pero el pasado año volvieron a crecer llegando a los 3.614 robos, el segundo valor más alto de la serie.
Los asaltos violentos aumentaron un 77,78% pasando de 18 a 32, y también aumentaron los tirones, un 26,67% --de 210 a 266 hechos--, aunque los hurtos, el capítulo más numeroso, se redujeron de 16.136 a 15.011, un 6,97% menos.
La mayoría de hurtos se produjeron en la calle y establecimientos comerciales, y se detectó un cierto incremento en el robo de teléfonos móviles en la calle.
La cifra global de conjunto de hechos delictivos pasó de 44.774 en 2015 a 43.390 el pasado año, lo que representó una reducción del 3,09%.
AGRESIONES Y DELITOS DE ODIO
En el capítulo de delitos contra las personas, los abusos sexuales crecieron un 28,77% y las agresiones sexuales lo hicieron un 4,23%, en la línea de lo que ocurrió en toda Catalunya.
Se produjeron dos homicidios en este periodo, uno más que el año anterior, y las tentativas se redujeron de siete a dos, y las lesiones pasaron de 1.700 a 1.704.
Los delitos de odio se dispararon en la región, alcanzado los 23 casos cuando en 2015 fueron seis, un aumento del 283%.
Sobre el tráfico de drogas, se pasó de 396 hechos en 2015 a los 410 en 2016, lo que supone un aumento del 3,54%.
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