Así será la rueda de reconocimiento entre el presunto pederasta de Ciudad Lineal y sus víctimas

    • El trámite, especialmente complicado, se realizará en los próximos días y en él no participarán dos de las pequeñas.
    • El resto, tendrá que identificar a su agresor a través del cristal. El presunto pederasta formará parte de un grupo de cinco varones con características muy similares.

Llegada del presunto pederasta de Ciudad Lineal a los juzgados, el viernes
Llegada del presunto pederasta de Ciudad Lineal a los juzgados, el viernes

Las ruedas de reconocimiento que se practican en los juzgados españoles distan poco de aquellas grabadas en nuestra mente gracias al cine. Es un trámite de extrema importancia para la investigación, pero especialmente delicado para las víctimas. Mas aún, cuando se trata de menores. Únicamente un cristal, las separa de su potencial agresor.Esta diligencia viene regulada por la Ley de Enjuiciamiento Criminal que establece con precisión cuál ha de ser el procedimiento. "La diligencia de reconocimiento se practicará poniendo a la vista del que hubiere de verificarlo la persona que haya de ser reconocida, haciéndola comparecer en unión con otras de circunstancias exteriores semejantes. A presencia de todas ellas, o desde un punto en que no pudiere ser visto, según al Juez pareciere más conveniente, el que deba practicar el reconocimiento manifestará si se encuentra en la rueda o grupo la persona a quien hubiese hecho referencia en sus declaraciones, designándola, en caso afirmativo, clara y determinadamente".

La ley obliga a que cada una de las víctimas, en este caso las niñas abusadas por el pederasta de Ciudad Lineal, se someta por separado a la prueba. Aplicando el protocolo habitual en los casos en los que las víctimas son menores, las pequeñas no estarán solas, "suelen ir acompañadas de un psicólogo que les hará preguntas", explica Norberto De la Mata, catedrático de Derecho Penal de la Univesidad del País Vasco y seguramente también por sus familiares, sin duda un gran apoyo en el momento de ver a su posible agresor. Los abogados pueden también estar presentes. "No es una rueda normal, ni estarán nunca cara a cara con su supuesto agresor. Siempre va a primar el bienestar de las pequeñas".

Lo habitual es que en una rueda normal de reconocimiento participen cinco personas. En muchos casos, sus miembros se buscan en las facultades de Derecho. "Deben ser personas normales y corrientes, de la misma estatura y complexión que el presunto agresor", dice De la Mata. La defensa también puede participar en la composición de este grupo.

"Después, se les pide a las víctimas que lo identifiquen". Las especiales características de este sujeto, en extremo musculado, pueden complicar la formación de esa rueda, según algunos expertos.Las niñas estarán separadas y aisladas. La ley impide también que las pequeñas tengan contacto entre sí hasta que termine el último reconocimiento. Las ruedas pueden realizarse mediante cristal (en el que las víctimas ven a su agresor, pero no a la inversa), o por fotografía, algo que dependerá del grado de madurez de las víctimas y de cómo los psicólogos consideren que pudieran verse afectadas por el trámite, de por sí ya muy complicado. No obstante, en este caso se seguirá el primer procedimiento.No es una prueba determinante

Las ruedas de reconocimiento pueden ser de dos tipos. La policial, que normalmente se desarrolla en dependencias policiales y que puede realizarse mediante un archivo fotográfico o una rueda al uso, con cristal, y la judicial. Esta última es la única que tiene valor de prueba.

La preocupación porque la rueda de reconocimiento en el caso del pederasta de Ciudad Lineal pueda quedar invalidada si las niñas han tenido contacto con las imágenes del pederasta es uno de los asuntos prioritarios para los investigadores. En cualquier caso, fuentes jurídicas aclaran que las fotografías e imágenes que están circulando serían bastante antiguas y no se corresponden del todo con el aspecto actual de este individuo.

"En estas ruedas de reconocimiento se corre el riesgo de que no se identifique a quien ha cometido un hecho, sino a quien ha visto una fotografía", explica De la Mata, "pero supongo que los padres y familiares han sido ya muy cuidadosos para que las niñas no hayan visto las imágenes".

Los expertos recuerdan que las ruedas de reconocimiento no son, ni mucho menos,"una prueba determinante". "Hay otras, como de ADN, de sangre, y de cualquier otra índole que resultan más importantes", aclara este profesor, "Si seis o diez personas lo identifican sin lugar a dudas, entonces sí. Pero esto no suele ocurrir".

Las ruedas de reconocimiento sirven únicamente a efectos de la investigación, "La única prueba válida es la del juicio oral", dice este profesor, y, por tanto, las niñas, que ya declararon en su momento ante los agentes, tendrán que volver a contar sus recuerdos ante el juez . Eso sí,"en ningún caso se confrontarán con el pederasta", aclara De La Mata. Ese es el único trámite que permite dar validez a los testimonios.Algunos detenidos intentan cambiar de aspecto

Un dato bastante habitual en estos procedimientos es que los detenidos que deben someterse a una rueda de reconocimiento traten de variar su aspecto para evitar ser reconocidos. Bien sea alterando su físico con una pérdida de peso, o su indumentaria, vistiendo de forma totalmente opuesta a cómo lo hacía cuando cometió el delito.

Éste podría ser también el objetivo de Antonio Ortiz que, desde su detención el pasado miércoles, ha perdido hasta ocho kilos, según una información publicada hoy por el diario El Mundo. Según fuentes policiales referidas por el periódico, se sospecha también que el presunto agresor con su adelgazamiento esté intentando que el resto de presos no lo reconozcan.

El presunto pederasta de Ciudad Lineal se negó a comer tras su detención y también durante los registros realizados en su vivienda. Junto a este hecho, los especialistas atribuyen también esta pérdida de peso al cese de su ejercicio habitual en el gimnasio, al que acudía diariamente y a que no ingiera las sustancias anabolizantes que consumía.Aplazada hasta la próxima semanaLa rueda de reconocimiento del caso del pederasta de Ciudad Lineal debería haberse celebrado hoy en los Juzgados de Plaza de Castilla. Sin embargo, según confirman fuentes jurídicas, ha quedado aplazada hata la próxima semana. En este trámite podrían no estar presentes todas las víctimas del agresor. En concreto, dos de ellas, especialmente afectadas.

De entre todas las menores raptadas por el presunto pederasta, es la última, secuestrada en el distrito de Hortaleza el pasado 22 de agosto, la que recuerda sus rasgos con mayor nitidez, ya que no fue drogada, como sí ocurrió con otras pequeñas.

El testimonio de esta niña, de origen dominicano, resultó ya clave para la detención, ya que describió a un hombre de complexión fuerte y dijo a los agentes que el agresor la había limpiado con una toalla con el distintivo de un gimnasio.

La Policía ha acordado que este trámite, especialmente delicado, se realice de la forma más ágil posible, con el fin de evitar a las pequeñas una situación que de por sí resulta traumática. También a lo largo de la semana, Ortiz podría participar en otra diligencia importante, la reconstrucción de uno de los secuestros.

Antonio Ortiz, detenido el pasado miércoles en Santander, permanece desde el viernes en un módulo de especial seguimiento de la cárcel de Soto del Real, la misma en la que cumplió condena cuando fue sentenciado a nueve años de prisión por los abusos sexuales a una niña, en 1998.

La juez encargada del caso, María Antonia de Torres, decretó su ingreso en prisión incondicional y sin fianza después de que Ortiz se negase a declarar. Hasta el momento, ha rechazado los delitos que se le imputan, un total de quince. Cinco agresiones sexuales, otros tantos secuestros, tres tentativas de rapto y otros dos intentos de homicidio.

Desde su detención, los investigadores han intentado ocultar el rostro del presunto pederasta para no alterar los resultados de esta rueda de reconocimiento y evitar que las niñas pudiesen estar contaminadas al ver las fotografías difundidas.

Sin embargo, algunos jueces han manifestado su disconformidad sobre la gestión de información sobre el caso y también la juez se ha mostrado preocupada porque la difusión de datos sobre el detenido haya podido afectar al procedimiento y ha decretado el secreto de sumario.La defensa de Ortiz pide que se suspenda

La defensa de Antonio Ortiz ha solicitado hoy la anulación de esta rueda por la revelación de datos de su cliente y ha pedido que se abra una causa contra el ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, por la presunta comisión de un delito de revelación de secretos debido a la difusión de datos de su patrocinado.

La presentación de éste y otro escrito se produce después de que el pasado viernes la magistrada ordenara en un auto el ingreso en prisión comunicada y sin fianza de su cliente. En el auto de prisión, la jueza no informa de los delitos que se le imputan al presunto agresor sexual bajo el amparo del secreto de las actuaciones.

Este auto ya ha sido recurrido ante la propia magistrada mediante un recurso de reforma. La Policía le acusó de cinco agresiones sexuales, cinco delitos de retención ilegal, tres intentos de secuestro, dos homicidios intentados y un delito de allanamiento de morada.

La defensa de Antonio O.M. expone en uno de los escritos que, pese a la existencia del secreto de las diligencias, éste "ni lo es en realidad ni puede considerarse el que sirva a los efectos legalmente previstos". Tras ello, detalla varias noticias publicadas por los medios en los que se ha difundido el nombre y apellidos de su patrocinado, así como su imagen y sus antecedentes policiales, entre otros datos.

Así, censura la rueda de prensa que ofreció el mismo día que se detuvo a su cliente en Santander en la que se ofrecieron multitud de datos de las pesquisas judiciales y policiales."Esta situación atenta al más elemental derecho a la defensa en todas sus vertientes, y de la misma manera, invalida todos los medios de prueba que puedan sustentarse en cualquier reconocimiento de identidad que se pueda producir", recoge el texto judicial.

Tras la exposición de sus argumentos, solicita a la jueza de Torres que tenga presente su oposición a la realización de una rueda de reconocimiento sobre su representado, quien se encuentra en la prisión de Soto del Real.

También pide que se deduzca testimonio contra el ministro del Interior a fin de que por el Juzgado que le corresponda "proceda a la investigación judicial de la presunta omisión de un delito de revelación de secretos" contra él y "las demás personas que puedan aparecer como autores de tal delito todas ellas, en principio, pertenecientes al Cuerpo Nacional de la Policía".

Además del ministro, estuvieron presentes en la rueda de prensa la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, el jefe superior de la Policía de Madrid, Alfonso Fernández Díaz, y el jefe de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Madrid, José Luis Conde, entre otros mandos policiales. Fuentes jurídicas han aclarado que la petición se refiere a solo los mandos policiales que han difundido datos de su cliente.

Además, requiere a la Policía que se abstenga de "hacer público cualquier dato relativo a esta investigación, tanto pasado como futuro, y en especial a la posible práctica de diligencias y las fechas de realización de las mismas, todo ello bajo apercibimiento legal de las consecuencias penales correspondientes".

En el recurso de reforma contra el auto de prisión, el letrado reclama que se declaren nulas las actuaciones practicadas, dado que la situación inicial de detención de su cliente se ha realizado con "violación y desconocimiento" de derechos constitucionales.

Por tanto, pide su libertad, puesto que su actual situación de prisión preventiva es resultado de "la situación creada con anterioridad", que "no es acorde con los derechos constitucionales vigentes".

Durante la rueda de prensa, en la que el ministro aceptó preguntas, Fernández Díaz habló del detenido, sin especificar el nombre que más tarde se filtró, señalando que era un varón de 42 años que ya había cumplido condena de siete años en los años 90 por un delito similar contra una niña de 6 años.

Asimismo, señaló que contaba con un amplio historial policial por robos con violencia, robos con fuerza y violencia de género. Aportó datos sobre sus actividades: explicó que se dedicaba a compraventa de vehículos, que era aficionado a artes marciales y culturismo, que era violento y que tenía relaciones con el crimen organizado.





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