El tren se detuvo en Bicske, a 40 kilómetros al oeste de Budapest, donde la policía hizo bajar a los migrantes y los subió en varios autobuses que los llevaron a un campo de refugiados de esa localidad, uno de los cuatro más grandes del país, indicó MTI. Según un recuento de la AFP en el tren había entre 200 y 300 personas.
Los refugiados habían subido a bordo de un tren que, según las indicaciones de la estación, debía parar en Szombatherly y Sopron, dos ciudades fronterizas. Las autoridades húngaras suspendieron los viajes internacionales por ferrocarril desde el país.
Otro tren dejó la estación de Budapest-Keleti sobre el mediodía con un centenar de migrantes y policías, oficialmente con destino a Györ, una ciudad cercana a la frontera eslovaca situada a medio camino entre Budapest y Viena.
Un millar de migrantes se encontraban a mediodía en esa estación, que reabrió por la mañana, dos días después de que las autoridades decretaran su cierre a causa de la llegada de migrantes que intentan alcanzar el oeste de Europa.
Según Marton Bisztrai, un voluntario que acoge a los migrantes en la estación, la salida de trenes es una trampa para los refugiados.
"Creo que es un engaño del gobierno, de la policía y de la compañía ferroviaria", declaró a la AFP. "Sólo quieren sacar a la gente de aquí y enviarlos a los campos. Es muy cínico".
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