Avant, 25 años a toda velocidad

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Renfe
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Ha llovido mucho desde que un ya lejano 18 de octubre de 1992 se pusiera en marcha por primera vez el servicio de la alta velocidad ferroviaria en España, con el trayecto que unió Madrid con Puertollano, haciendo parada en Ciudad Real. La implantación de las nuevas tecnologías en nuestro país favoreció la llegada de los servicios de alta velocidad bien para unir localidades cercanas en tiempos de viaje, a través del servicio de media distancia Avant, bien para unir poblaciones lejanas por medio del de larga distancia Ave.

La generalizada aceptación de estos servicios de alta velocidad entre los usuarios resulta un dato muy significativo. Según la última encuesta de calidad, realizada en 2015, los clientes otorgaron un notable alto a este servicio, ascendiendo hasta el 90% los pasajeros que dijeron estar “muy” o “bastante” satisfechos. Comodidad y fiabilidad son los aspectos más valorados entre los usuarios, quienes también destacan el agradable trato dispensado por parte del personal y la enorme facilidad de acceso.

No obstante, las principales ventajas que se asocian a la Alta Velocidad en España por parte de sus usuarios giran en torno a la puntualidad y a la rapidez, pues en el mundo actual el valor del tiempo constituye un factor esencial.

De hecho, el aumento de la velocidad comercial media de la alta velocidad ferroviaria, que asciende a 222 km/h, ha transformado el sistema de transporte peninsular en España, adelantando a países de gran fortaleza tecnológica como Francia (216 km/h) o Japón (218 km/h), según datos proporcionados por Adif Alta Velocidad.

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Independientemente de todo lo anterior los servicios de alta velocidad, tanto de larga como de media distancia, establecidos por Renfe entre 1992 y 2016, han permitido un ahorro estimado de 4.286 millones de euros por externalidades, que abarcan el impacto por la contaminación, por la emisión de los gases que generan el cambio climático, y la tasa de accidentes que habrían sufrido aquellos clientes que hubieran tenido que utilizar otros medios de transporte distintos.

Solo en la alta velocidad de media distancia el pasado año 2016 utilizaron este servicio 7,4 millones de usuarios. Y durante el primer semestre del presente año, la cifra ha llegado a los 3,9 millones de viajeros, lo que supone un 6,7% más que en el mismo periodo del 2016.

Lo cierto es que desde que Renfe comenzó su importante apuesta en octubre de 1992 por la alta velocidad en España, alrededor de 346 millones de viajeros han utilizado sus servicios, poniendo así de manifiesto su brutal importancia como medio de transporte preferente de pasajeros en estos últimos 25 años.

Sobre todo, para días laborales

El perfil de los clientes del servicio de alta velocidad en España se ha ido modificando según la sociedad ha ido experimentado cambios en el transcurso de estos 25 años. En la actualidad, el perfil de los usuarios de los servicios Avant es el de una mujer de más de 35 años, asalariada y con estudios universitarios.

El perfil de los usuarios de los servicios Ave es el de un varón de entre 45 y 50 años, en viaje de negocios y también con estudios superiores. Los viajes de trabajo son la razón principal para este tipo de pasajeros, estableciéndose un porcentaje del 60% de utilización en días laborables para el servicio Avant, cuyo billete tipo más demandado es el de ida y vuelta.

Esto no resulta sin embargo impedimento para que el 28,1% de los pasajeros utilicen toda una serie de abonos que facilitan acceder a descuentos por ser clientes habituales (abonos de la tarjeta plus, tarjeta plus 10 y tarjeta plus 10 estudiante). Precisamente Renfe ha desarrollado un importante programa de fidelización, denominado ‘+Renfe’, que permite a los usuarios acumular puntos con sus viajes, que posteriormente pueden ser canjeados por una gran cantidad de servicios y de productos proporcionados tanto por Renfe como por las empresas que colaboran en esta promoción, tales como billetes, hoteles o espectáculos de muy variada índole.

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