Belgrado plantea un documento marco para el diálogo con Pristina

Belgrado, 9 ene.- El Gobierno serbio presentó hoy un documento sobre Kosovo como pauta en el diálogo de normalización de las relaciones entre Belgrado y Pristina, amparado por la Unión Europea (UE).

"Nuestra idea es que se llegue a una solución definitiva y global, que tendría como objetivo final una paz duradera y la seguridad en todo el territorio de Kosovo", dijo el jefe del Gobierno serbio, Ivica Dacic, tras una sesión del Consejo del Ministros a la que asistió también el presidente del país, Tomislav Nikolic.

En rueda de prensa, Dacic explicó que el documento, que será sometido a debate y votación del Parlamento posiblemente el próximo sábado, recalca que Serbia no reconocerá la independencia de Kosovo, autoproclamada por la mayoría albanokosovar en 2008.

A la vez, propone formas de organización de la vida e instituciones de los serbios que viven en Kosovo para solucionar el problema del llamado "paralelismo de las instituciones".

"Es la primera vez que Belgrado propone una solución al paralelismo y la parálisis de las instituciones en Kosovo", subrayó el jefe de Gobierno y añadió: "Necesitamos instituciones que reconozcan todos los factores del proceso".

Para que Serbia pueda progresar en su camino hacia la integración en la UE, Bruselas exige al país balcánico avances sustanciales en el diálogo con Kosovo.

Dacic insistió en que Serbia desea cumplir las condiciones para obtener una fecha de inicio de las negociaciones de adhesión a la UE.

"No podemos luchar con éxito si estamos fuera del proceso", declaró el primer ministro.

Serbia ha preparado el documento de cara a la próxima ronda de diálogo con Kosovo, encabezado por Dacic y el primer ministro kosovar, Hashim Thaci, que, con la presencia de la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, está prevista para el 17 de enero en Bruselas.

Los encuentros técnicos para preparar esa cita se reanudarán mañana.

El diálogo ha dado ya varios frutos, entre ellos un acuerdo para gestionar conjuntamente cuatro pasos del norte de Kosovo que Pristina considera fronterizos, mientras que para Belgrado son administrativos.