Berlín exige a Belgrado el fin de choques en Kosovo para acercarse a la UE

  • Alemania advirtió hoy al Gobierno de Belgrado de que debe controlar a los serbios del norte de Kosovo e impulsar una solución pacífica a los choques violentos que protagonizan en la frontera entre Serbia y su exprovincia, si quiere avanzar hacia la adhesión a la Unión Europea (UE).

Bruselas, 30 nov.- Alemania advirtió hoy al Gobierno de Belgrado de que debe controlar a los serbios del norte de Kosovo e impulsar una solución pacífica a los choques violentos que protagonizan en la frontera entre Serbia y su exprovincia, si quiere avanzar hacia la adhesión a la Unión Europea (UE).

En declaraciones a los periodistas a su llegada a un encuentro en Bruselas, el ministro alemán de Defensa, Thomas de Maiziere, exigió a Serbia que use su influencia sobre la población de origen serbio para poner fin a los altercados, que esta semana causaron heridas a casi una treintena de soldados de la misión de la OTAN encargados de controlar la situación.

Según De Maiziere, en el seno de la UE hay una discusión sobre "cuán grande es la influencia del Ejecutivo serbio sobre la población de origen serbia en el norte de Kosovo".

"Yo me inclino hacia la tesis de que la influencia es fuerte y debe ser aprovechada mejor para lograr una solución pacífica, respetando el estado de derecho", indicó De Maiziere.

Denunció la falta de acción de Belgrado y aseguró que "cada día que pasa como ahora aleja más a Serbia de una decisión positiva" sobre la concesión por parte de la UE del estatus de país candidato a la adhesión.

Los ministros de Exteriores de la Unión discutirán mañana el asunto, que será repasado el próximo lunes por el Consejo de Asuntos Generales, antes de que los jefes de Estado y de Gobierno tomen la decisión definitiva el próximo 9 de diciembre.

Presionado por las advertencias de la UE, Belgrado ha retomado el proceso de diálogo con Kosovo, que había paralizado tras el aumento de la tensión en los puntos fronterizos durante el verano.

Delegaciones serbias y kosovares se reúnen hoy en Bruselas en un intento por lograr una solución a este asunto.

En el norte kosovar se registran tensiones desde el pasado julio, cuando los serbios locales cortaron las carreteras de acceso a los puestos limítrofes de Jarinje y Brnjak, en protesta por la decisión de Pristina de enviar policías de fronteras y funcionarios de aduanas a esos pasos con Serbia.

La fuerza de la OTAN en la zona (KFOR) está desplegada desde entonces en los dos pasos, que tras unos incidentes violentos el pasado verano declaró "zonas militares", e intentó en varias ocasiones levantar las barricadas.

Los serbios que viven en el norte kosovar se oponen a cualquier extensión de la soberanía de Kosovo, que proclamó de forma unilateral su independencia en 2008, y acusan a las misiones internacionales de salirse de su mandato de neutralidad y ayudar a Pristina a ampliar su autoridad en la zona.

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