Berlín exige por escrito al embajador británico explicaciones sobre espionaje

  • El Ministerio alemán de Interior exigió hoy por escrito al embajador del Reino Unido en Berlín, Simon McDonald, una explicación en relación a las informaciones publicadas la víspera que indicaban que su legación contaba con un equipo de escuchas.

Berlín, 6 nov.- El Ministerio alemán de Interior exigió hoy por escrito al embajador del Reino Unido en Berlín, Simon McDonald, una explicación en relación a las informaciones publicadas la víspera que indicaban que su legación contaba con un equipo de escuchas.

Según medios locales, el secretario de Estado alemán Klaus-Dieter Fritsche exigió en una carta al diplomático una aclaración sobre la noticia del rotativo británico "The Independent" que denunciaba que Londres también espía las comunicaciones en el distrito gubernamental de Berlín.

En el texto, según la agencia de noticias alemana DPA, Fritsche pregunta por "el objetivo que se persigue con estas medidas" y cuáles eran los "grupos objetivo" de las presuntas escuchas.

"¿Se han empleado estos equipos de escuchas para interceptar las comunicaciones de miembros del Gobierno federal o miembros del Bundestag (Parlamento)?", pregunta directamente el secretario de Estado al embajador británico.

Esta petición se produce un día después de que McDonald fuese "invitado" al Ministerio de Exteriores alemán para explicar estas mismas informaciones, que se basan en los documentos aportados por Edward Snowden, el extécnico de los servicios secretos de Estados Unidos que reveló la trama global de espionaje de Washington.

El Ministerio de Exteriores solicitó ayer al embajador "una aclaración sobre las informaciones aparecidas en medios británicos" y advirtió de que "espiar comunicaciones desde una sede diplomática es una actividad ilegal".

De acuerdo con los informes de Snowden, la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de Estados Unidos, junto a los servicios secretos del Reino Unido y otros "socios clave", operan "una red de puestos de espionaje electrónico desde sedes diplomáticas en todo el mundo que interceptan información de los países anfitriones".

Hace dos semanas, el Ministerio de Exteriores alemán tomó la decisión inédita de convocar al embajador de EEUU en Berlín, John B. Emerson, al día siguiente de que la Cancillería hiciera públicas sus sospechas de que los servicios secretos estadounidenses habían "pinchado" uno de los teléfonos de la canciller Angela Merkel.

Conforme a las informaciones difundidas por distintos medios alemanes -basadas en parte en la documentación de Snowden- el teléfono de Merkel, un Nokia de gama media sin sistema de cifrado y que corría a cuenta de su partido, estuvo intervenido durante más de década.

La propia Merkel aseguró a este respecto que "el espionaje entre amigos no puede darse en absoluto" porque que mina los lazos bilaterales y agregó que ambos países deben ahora "reconstruir de nuevo esa confianza" mutua.

El debate sobre el espionaje en Alemania dio un giro inesperado la semana pasada cuando el parlamentario de los Verdes Hans-Christian Ströbele viajó por sorpresa a Moscú para entrevistarse con Snowden y el extécnico se mostró dispuesto a testificar en sede judicial o parlamentaria sobre las actividades estadounidenses en suelo alemán.

Estados Unidos retiró a Snowden su pasaporte en verano, a raíz de sus primeras revelaciones.

El joven cuenta ahora con un permiso de residencia temporal ruso, que expira a mediados de 2014 y no le permite abandonar el país.

El ministro germano de Interior, Hans-Peter Friedrich, descartó ayer que Alemania pueda concederle asilo porque "no es un perseguido político".

Hoy se reunió en Berlín la comisión parlamentaria de secretos oficiales en la que Ströbele explicó los detalles de su entrevista con Snowden y su oferta de colaborar con las autoridades alemanas.

La mayoría de grupos parlamentario se mostró a favor de interrogar a Snowden en Moscú y que el extécnico de los servicios secretos no viaje a Alemania.

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