Berlín.- El gobierno alemán pagará medio millón de dólares a los familiares del centenar de víctimas del ataque a dos camiones cisterna en las cercanías de Kunduz (norte de Afganistán), ordenado por el coronel Georg Klein, en septiembre del año pasado.
El ministerio de Defensa ha ofrecido 5.000 dólares a cada una de las familias de las 91 víctimas mortales, así como a las de los 11 heridos graves, según informaciones de las ediciones digitales de los semanarios "Stern" y "Der Spiegel".
De acuerdo con ambos medios, por parte de Berlín se da por prácticamente seguro que los abogados de las familias aceptarán esa cantidad, tras meses de negociaciones que empezaron con la reclamación de 25.000 dólares por familia.
Los pagos se realizarán a través de un banco afgano y el concepto no será oficialmente de indemnización a las víctimas, sino de ayuda humanitaria.
El ataque a los camiones cisterna, que habían sido secuestrados por los talibán, ocurrió el pasado 4 de septiembre y provocó más de un centenar de víctimas -inicialmente se habló de hasta 142 muertos-, aunque hasta ahora no se ha concretado cuántas de ellas fueron civiles.
De acuerdo con ambos semanarios, se han identificado y localizado a los familiares de 91 fallecidos y 11 heridos, a los cuales corresponderían esos pagos.
El ataque de Kunduz, bajo mando alemán, provocó en este país una investigación parlamentaria acerca de sus responsabilidades y un debate sobre la política de información del gobierno de Berlín respecto a este caso.
La Fiscalía Federal cerró hace unos meses el sumario abierto contra Klein, en tanto que responsable del ataque, tras no haberse encontrado indicios de que el coronel violara con ello el derecho internacional penal o el código penal alemán.
La noche del 3 al 4 de septiembre, Klein ordenó el bombardeo de dos camiones secuestrados por los talibán, al considerar que éstos iban a perpetrar un atentado contra instalaciones aliadas.
Los problemas que hubo en la política informativa en relación con este caso llevaron al entonces ministro de Defensa, Franz-Josef Jung, a dimitir unos meses después, cuando ya era titular de Trabajo.
Además, provocó la destitución del secretario de Estado de Defensa Peter Wichert y del inspector general de las Fuerzas Armadas Wolfgang Schneiderhan.
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